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Mostrando entradas de marzo, 2006

En el País Vasco

El otro día escribí un comentario en http://willysifones.blogspot.com/ sobre el alto al fuego de ETA y Willy me pidió que hiciera una reflexión sobre cómo la he vivido yo siendo de fuera. Sólo he estado una vez en el País Vasco, en Bilbao, visitando a dos amigos míos, Goga y Gojko. Ellos, como yo, han sido refugiados antes de “hacerse” inmigrantes en España. Al llegar aquí, a los tres nos tocó vivir precisamente en las comunidades que más noticias políticas están produciendo. A ninguno de los tres nos hace mucha gracia. Nosotros nos hemos convertido en “apátridas” por culpa la incapacidad de la elite política del ex conjunto yugoslavo para ser seres responsables. Personalmente, le echo casi toda la culpa a la generación de mis padres porque a la hora de actuar les pareció que las cosas se iban arreglar por si mismas y que mañana sería un nuevo día. El silencio despertó el miedo. El nuevo día llegó pero lo hizo con una tormenta cuya fuerza pocos supieron ver por adelantado. El único f

Gitanos

Desde la guerra civil en mi país no siento tener raíces en la tierra. Sigo creyendo que el cambio es la única cosa constante de la vida. En el libro “Enterradme de pie”, de Isabel Fonseca, encontré las siguientes palabras: “La nostalgia es la esencia de la canción gitana, y parece haberlo sido siempre. ¿Pero nostalgia de qué? Nóstos significa en griego “volver a la patria”; los gitanos no tienen patria y, quizás como excepción entre todos los pueblos, no tienen ningún sueño de hogar patrio. Utopía (ou tópos) significa “ningún lugar”. Nostalgia de utopía: regreso a ningún sitio. O lungo drom. El largo camino.” En el lungo drom tengo mis raíces. Mi patria está en su final.

El choque

R.D. es de Irlanda y hace un mes y medio que vino a Barcelona para pasar un tiempo en casa de un amigo que ya lleva algún tiempo viviendo en la Ciudad Condal. Una bonita y soleada jornada del pasado febrero decidió bajar con la bici hasta el centro. En una esquina hizo un giro brusco, perdió control y chocó con un Mercedes de clase S que estaba esperando a que la luz del semáforo se pusiera verde. De la fuerza del impacto, R.D tuvo que apoyarse con las manos en la parte delantera del coche. Ello le costará 3000 euros europeos. Al principio, el propietario del Mercedes le reclamaba 7000 “por los daños físicos y morales sufridos” pero, según dijo su abogada, “estaba dispuesto llegar a un acuerdo” antes del juicio. La abogada de R.D. sugirió a su cliente que lo hicieran y finalmente quedaron en 3.000. R.D. no se lo podía creer. Yo mismo no me lo hubiera creído si no hubiera sido citado para traducirle durante el juicio. “Si por chocar con la bici me pide siete mil…, ¿cuánto me costaría te

Vencer sin combatir

El anuncio de la tregua indefinida es, sin ninguna duda, una buena noticia. Ahora viene lo difícil: Ahora toca hablar. Quizá ayuden las palabras de Sun Tzu, autor de "El arte de la guerra", uno de los mejores libros sobre estrategia militar. Este gran guerrero chino dijo: "La mejor victoria es vencer sin combatir"

El miedo administrativo

Tengo un trauma con la administración española. Lo sé porque siempre que me toca hacer algún trámite sufro. Es todo tan lento y absurdo que realmente siento una pena inmensa por todas las horas perdidas en las colas ante las instituciones del Gobierno. Ayer finalicé una parte del trámite de renovación de la tarjeta de residencia. Después de cinco horas en la cola conseguí entrar y presentar los documentos que llevaba esperando nueve meses. Ahora solo hace falta esperar otro mes más para tener la tarjeta físicamente, pero eso ya no me importa. Lo que más me molesta de todo este rollo es la actitud de los burócratas y la falta de buena educación que muchos de ellos demuestran al tratar con todas esas personas que, igual que ellos y todos los españoles, viven y pagan sus impuestos en España. En la sala donde atienden al público, había ayer varios burócratas en sus respectivas mesas. Con solo mirar sus caras se podía adivinar cómo eran. Cuando deduces que un funcionario está de mala lech

La contradicción explosiva

El Magazine de La Vanguardia del domingo 12 de marzo 2006 publicó una entrevista con el sociólogo Manuel Castells, profesor de la Univeristat Oberta de Catalunya. Entre otras cosas interesantes, decía lo siguiente: “La velocidad del cambio es, probablemente, un factor que si no se acompaña de políticas sociales, culturales y educativas puede representar un problema. En lo referente al bajo nivel educativo del inmigrante que llega a España, debo decir que es un mito: según los datos del Observatorio de Inmigración del Ayuntamiento de Barcelona, el nivel medio educativo de los inmigrantes es superior al de la población nativa. Muchos inmigrantes trabajan en puestos de baja cualificación porque por falta de papeles o por desconocer el idioma no pueden hacer otra cosa. Sé del caso de informáticos rusos y ucranianos que trabajan en la construcción y por la noche hacen trabajos baratísimos de consultoría informática. Veo como un problema muy serio la contradicción del rechazo creciente, cult

El botellón en Barcelona y otros modelos

Serbia 1997. El régimen de Slobodan Milosevic, insatisfecho con los resultados de las elecciones municipales, decide no dar por válidos los resultados según los cuales la mayoría de las grandes ciudades quedaban bajo el mando de la oposición. La gran mayoría de los ciudadanos de Serbia salieron a las calles para manifestarse contra tal decisión. En Belgrado, como en muchas otras ciudades serbias, la policía tomó las calles durante más de 3 meses durante los cuales los ciudadanos no dejaron de salir y manifestarse cada noche de aquel frío invierno continental. Cada día la policía los reprimía con violencia hasta que Milosevic finalmente cedió. Una noche de aquellas decidimos organizar una fiesta de disfraces en un club en el centro de Belgrado. Esa misma noche hubo disturbios y la policía utilizó la fuerza con dureza para tomar las calles e impedirnos salir del local hasta que acabó. Algo muy parecido me pasó anoche aquí, en Barcelona, en la democracia. La policía tomó las calles. ¿He

El cuerpo y el alma

El otro día Laura Kait, psicoanalista argentina del grupo “UMBRAL”, me dijo una frase que hasta ahora creo que es la mejor que he escuchado sobre la inmigración o sobre “las personas afectadas por la migración”, como ella prefiere llamarlo: Primero llega el cuerpo y luego el alma. ¡Por fin me ha llegado la renovación de permiso de trabajo! Solo hace falta un día de cola más para poder pedir la tarjeta de residencia. Hoy lo he intentado pero no he conseguido entrar. Da mucha rabia tener que hacerlo otra vez pero volveré mañana porque el cuerpo lo aguanta todo.

El valor

Cuando me enteré de la muerte de Milosevic estaba con un amigo de toda la vida que había venido a pasar unos días conmigo y que me trajo mucho pasado. No sabría decir si me gustó o no el regalo. Por primera vez escuché los detalles de una experiencia que le ha marcado para el resto de su vida. Sucedió hace doce años, durante la guerra nostra y hasta ahora nunca había querido hablar de ello antes. Ahora que me lo ha contado entiendo por qué no lo había hecho antes. Para poder sobrellevar un pasado tan presente hay que tener mucho valor. La muerte de un Milosevic no quita el peso de lo vivido. Después de conocer la noticia, pedimos otra ronda y brindamos por nosotros.

Desplazados

Hace unos días conocí a una chica marroquí que lleva más de quince años en España y ahora mismo está en el octavo mes de embarazo. Le pregunté si era niño o niña. - Es niño –me contestó–. Se va a llamar Alejandro. - ¡¿Alejandro?! –me sorprendí al oír que el niño llevará un nombre muy español y consciente del prejuicio le pregunté-. ¿El padre es marroquí? - ¡No, qué va! Es de aquí –me contestó la madre de Alejandro–. No me gustan los marroquíes. Son muy machistas. Y aunque algunos parecen ser abiertos, liberales y todo eso, en la cabeza siguen igual que siempre. El origen y la cultura condicionan muchísimo la asimilación en el extranjero y muchas veces llevan a extremos. En este mundo, cada vez más polarizado, sorprende oír un poco de autocrítica, porque quienes las ejercen se alejan aún más de su comunidad. Por otra parte, siendo lo que somos por haber nacido donde nacimos siempre seremos vistos como extranjeros. “¿Y qué?” Nada. Tal como dijo Kristina, mi amiga lituana: "Hace tant

Vampiro: la muerte de Milosevic

Estaba en un bar cerca de mi casa con un amigo cuando me llamó Xavi desde el aeropuerto de Londres para decirme: - “Boris, ¿has oído la noticia de última hora? ¡Milosevic ha muerto!”, me dijo todo emocionado. Imaginaba que la noticia de su muerte no me iba a dejar tan indiferente. Ha muerto quedándose en deuda conmigo y con toda una generación, la de los que vivimos la adolescencia rodeados de la violencia de la cual Milosevic, Tudjman e Izetbegovic fueron los principales promotores. Mi indiferencia quizá se deba a que su muerte representa el último golpe con estaca en el corazón del vampiro agonizante que durante la última década chupó tanta sangre de mis tierras. Tudjman e Izetbegovic, los dos fieles sirvientes de la bestia, murieron hace unos años dejando a Milosevic, su compañero de trabajo, a solas con la historia y la justicia. Con la historia tuvo un romance cuya perversión es un buen caldo de cultivo para los nacionalistas que están creando un nuevo mito haciendo de él un márti

Crash

Anoche viendo la película Crash apunté las siguientes palabras-clave: rabia, cafeína, entender, dignidad, respeto, hipocresía, humillación, vivir después, accidente, malentendido, desplazados… Con estos ingredientes es imposible no conseguir crear un conflicto controlado en un barrio, en un estadio, en un mercado, en un país, en una región… En otras palabras, en cualquier lugar donde haya seres humanos con dos o más culturas distintas. Desplazadas.

Cambio personal

Escucha Ilija, entiendo lo que me pides –le contestó Zanza al dueño de un bar de Belgrado cuando este le pidió que liquidara la deuda que llevaba mucho tiempo acumulando en su local -. De verdad he cambiado. Soy un hombre nuevo. No tengo nada que ver con la persona que era antes, por eso no tengo nada que ver con esta deuda –añadió completamente serio. Ilija sonrió y le dijo que le pagara y dejara de joder. Algo muy parecido sucede en el plano internacional. Los gobiernos de los países ricos y los fondos monetarios contestan de un modo similar al de Ilija a muchos países en desarrollo cuyos corruptos gobiernos anteriores provocaron el endeudamiento del país para enriquecer a la podrida “elite nacional” y a las grandes multinacionales.

Como una gaviota

Esto de estar en el paro es realmente una sensación agradable. Tengo la sensación de volar con el piloto automático puesto en opción panorámica. Se me abren nuevos horizontes que anteriormente, por culpa de volar bajo y siempre en línea recta, no veía. Ahora respiro un aire más puro que me humedece los ojos para no tener que parpadear ante lo que está por venir. Durante los cuatro años que hace que estoy aquí he seguido un largo camino en el que he pasado por diferentes estados de ánimo, muchas veces alterado por cosas ajenas a mi propia voluntad. Entre esperar a que la Administración me dejara en paz de una vez y las preocupaciones existenciales por la incertidumbre de mi situación laboral, me olvidé de que soy mucho más importante que el Ministerio de Exteriores o algún frustrado hostelero que se pasa la vida complicándosela a los demás. Sé que pronto tendré que volver a volar en las alturas, pero durante el tiempo libre que tenga pienso disfrutar del vuelo perfeccionando mis técnica

Atlántida

Ha llegado la hora de poner el punto al final de un principio. Me voy de Lisboa sabiendo que tengo que volver (para poder volver primero me tendré que ir, lógico :). En fin, es aquí donde he encontrado la Atlántida. En una plaza entre cuatro bancos de piedra y el calor de sus sombras amarillas. Solo tuve que cerrar los ojos para verla y no se parecía a nada de lo que me había imaginado. No está hecha de deseos, sino de instintos. Del momento. De los reflejos de la puesta del sol que el Tajo lleva al Atlántico. Dejo Lisboa pero me llevo un botín bien rico. Todo un nuevo registro de sonidos, de colores, de sensaciones y emociones. Obrigado e Saudade

Civismo

Un cartel de aviso para los clientes de un pequeño bar de Lisboa: Pedimos aos nossos clientes.Para conversares en voz moderada a fim de todos podermos ouvir.