"Fiat justitia et pereat mundus" ("Hágase la justicia aunque el mundo perezca") - Fernando I, el emperador de Alemania. Menudas fechas ha elegido el libro “Las intermitencias de la muerte”, de José Saramago, para encontrarme. Me pilló por sorpresa, y mientras toda España está pendiente de una muerte anunciada Saramago me cuenta: “Sin muerte, óigame bien, señor primer ministro, sin muerte no hay resurrección, y sin resurrección no hay iglesia”, le decía el cardenal al primer ministro. Me parece que, en estos días, la Justicia está asumiendo el papel de la Iglesia en el manejo de su principal mercancía; la muerte. Leo la prensa y me viene el recuerdo de la penúltima película de Alejandro Gonzáles Iñarritu en la cual remitió la teoría que afirma que el cuerpo humano al morir pierde 21 gramos, que equivaldrían al peso del alma. En el caso de Juana Chaos la Justicia no se ha mojado. Decidió quitarse encima la responsabilidad que la correspondía, y pasó la pelota a la Me...
Diario de un emigrante balcánico en la Península Ibérica