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Is different



Erase una vez un pueblo anclado entre dos orillas. Un pueblo que antaño había llegado lejos pero un día desde el barco franco bajaron los piratas y durante muchos años tenían presa la libertad.
El día que la libertad por fin rompió las cadenas, aparecieron dos pretendientes, uno más popular que otro, pero ambos se hacían pasar por un buen partido.   
La libertad, al principio, no quería casarse con ninguno, pero era mal visto estar soltera y se casó con el padre del zapatero. El amor no duró mucho. Disgustada por las malas compañías de su marido, la libertad se dejó seducir por el más popular.
Este, gracias a las provisiones del barco franco, había preparado a su hijo que con la botella en mano y una oreja mayor que otra sembró casas por todas partes.También le gustaban las fotos de los Azores entre amigos.
Pero cuando volvió ya estaban en casa los de desiertos remotos y de montañas lejanas. Con la botella en mano y la oreja mayor, el hombre se fue, pero nunca perdió la esperanza.
El zapatero, llegó como el ojito derecho de la libertad pero era disléxico y no sabía pronunciar la palabra crisis. Durante muchos años y con la ayuda de los amigos lo había intentado, pero lo único que había conseguido era ayudar al amigo rojo ponerse las botas y llevarse el botín.
Pronto la libertad se hartó del zapatero disléxico y volvió con el más popular, pero éste estaba mejor con la botella y puso la libertad en manos de un muchacho algo tímido pero resultón y habíl con las tijeras.
Pero si el zapatero era disléxico, este era aún peor. Era simplemente incapaz de pronunciar rescate. Veía la libertad ahogándose, pero en su cajón de sastre no había nada que ayudara a salvarla. Desesperado, estaba tan perdido que se había olvidado de que había dejado al cargo del dinero, aunque solo por un rato, a uno que no debía.
Cuando se dio cuenta ya era tarde. Cansado y sin esperanza, pidió ayuda al rey pero este recién atropellado por el elefante del duque, no estaba por la labor.
Al mismo tiempo, en el barrio playero donde adoraban al niño dorado, el zurdo más diestro del mundo, pedían más...
Y es allí donde empieza esta historia.
¿Cómo termina?,… quien lo sabrá.

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