Es una de las mejores definiciones del sentido de la existencia humana que haya encontrado hasta ahora.
Gracias a la ampliación de la conciencia, nos atrevemos a buscar la realidad y rechazamos la existencia definida por la cultura dominada por los conceptos neandertales-freudianos, cuya única aportación a la evolución humana fue vender más coches, braguitas y misiles tierra-aire,…
Por fin parece ser que salimos de los 5.000 años dominados por la mitología y simbolismo cavernícola que reducía el papel de la mujer a un objeto de reproducción y que según Freud (“el último de la vieja guardia que ofreció una brillante defensa laica de la antigua narración patriarcal cuyas raíces se hunden en las grandes civilizaciones hidráulicas del Oriente Próximo y lejano” - según le define Jeremy Rifkin en el excelentísimo libro La civilización empática”) vivía reducida en el reflejo de la “envidia del pene“ que arrastraba desde el seno materno. Tras cinco milenios, la Humanidad, por fin, expande los sentidos.
A través de los nuevos sentidos, descubriremos nuevas realidades.
Uno ya lo hemos descubierto.
Es el poder de la Lágrima. Es el poder del Perdon. Es el poder del Espejo.
Es la Empatía. Nuestro sexto sentido.
Comentarios