Fui a ver la película “Bruno”, y pasé un buen rato entre risas con la cara de “¡no me lo puedo creer!” por la increíble cantidad de comentarios políticamente incorrectos, comprimidos de forma inteligente y rítmica. En líneas generales debo confesar que me ha gustado mucho. Igual que la mayoría de los espectadores que estuvieron conmigo en el cine.
Sin embargo, ayer escuché otras opiniones. En una cena entre amigos tuvimos el debate sobre si la sobreactuación y la constante provocación, que pasan de sobra los criterios sociales y morales preestablecidos en la sociedad moderna, pueden ser justificadas. O, en otras palabras, si la aproximación maquiavélica que usa Sacha Baron Cohen para tratar los temas de homofobia y de superficialidad del mundo de la moda y espectáculo, puede ser justificada por la finalidad de su denuncia.
Uno de los amigos en la cena decía que no estaba de acuerdo con usar la ignorancia de ciertos colectivos para burlarse de su modo de ver y entender las cosas,y herir sus sentimientos para hacer llegar un mensaje determinado. Su postura era “¿cómo te sentirías tu si te usaran de este modo para burlarse de algunas creencias tuyas?”
Sinceramente, creo que la mayoría de los personajes que salen en la película, y los espectadores que se identifican con ellos, han de sentirse bastante cabreados tras ver la película. Pero, también creo que a veces el uso radical de la retórica ayuda a resolver algunos conflictos y tabús mucho mejor que los pactos de silencio que de forma mecánica se establecen, gracias a la inercia y la hipocresía social que se esconden bajo la fina capa de la moral falsa que predica la cultura predominante.
En fin, como diría Andrei Tarkovsky: “El Arte nunca ha servido para resolver los problemas, sino para plantearlos.”
Así que mi voto va para: BruSí.
¿Y el tuyo?
Sin embargo, ayer escuché otras opiniones. En una cena entre amigos tuvimos el debate sobre si la sobreactuación y la constante provocación, que pasan de sobra los criterios sociales y morales preestablecidos en la sociedad moderna, pueden ser justificadas. O, en otras palabras, si la aproximación maquiavélica que usa Sacha Baron Cohen para tratar los temas de homofobia y de superficialidad del mundo de la moda y espectáculo, puede ser justificada por la finalidad de su denuncia.
Uno de los amigos en la cena decía que no estaba de acuerdo con usar la ignorancia de ciertos colectivos para burlarse de su modo de ver y entender las cosas,y herir sus sentimientos para hacer llegar un mensaje determinado. Su postura era “¿cómo te sentirías tu si te usaran de este modo para burlarse de algunas creencias tuyas?”
Sinceramente, creo que la mayoría de los personajes que salen en la película, y los espectadores que se identifican con ellos, han de sentirse bastante cabreados tras ver la película. Pero, también creo que a veces el uso radical de la retórica ayuda a resolver algunos conflictos y tabús mucho mejor que los pactos de silencio que de forma mecánica se establecen, gracias a la inercia y la hipocresía social que se esconden bajo la fina capa de la moral falsa que predica la cultura predominante.
En fin, como diría Andrei Tarkovsky: “El Arte nunca ha servido para resolver los problemas, sino para plantearlos.”
Así que mi voto va para: BruSí.
¿Y el tuyo?
Comentarios
Ignorant groups selected in the movie should be presented as stupid and ignorant because they are like that.
Why not show how many stupid beliefs and ignorant people are out there? Does someone think second stage gay converter should not be mocked for his beliefs? Why?
Mocking other people beliefs in public (like this example, in Hollywood movie) is by my opinion the best way to present problems of today's society, because movies are easiest way to approach average Joe and question his stands in this world.
Borat & Bruno are doing exactly that. Make us laugh and show us the real world we are living in.