“…en el lecho seco de un río, los investigadores se topan con una temida serpiente; la mamba negra. Todo el mundo huye por precaución… sólo los perros se enfrentan al rápido y venenoso ofidio, que se escabulle lejos del valle arenoso. Uno de los investigadores sabiendo que los hadzabe tienen el campamento muy próximo, les pregunta: ¿por qué no la habéis matado? La respuesta es tan escueta como natural: porque no se come. Los hadzabe sólo cazan lo que van a comer. Una idea extraña para el resto de los humanos que dominan hoy el planeta” (Final del reportaje “El mundo perdido de los joisán”; Texto de Jordi Serrallonga, Fotos de Sebastiao Salgado; Publicado en el Magazine de La Vangurdia, 12 de abril de 2009)
Si tuviera talento y tiempo, comenzaría a escribir una novela sobre una pareja perfecta que vive en una casa perfecta, en un barrio perfecto, donde sus hijos perfectos, juegan con su perro perfecto, antes de ir al colegio perfecto, que esta justo al lado del trabajo perfecto de los padres y sus amigos perfectos,… Al final el hombre le diría a la mujer “Esto es perfecto” y la mujer le besaría contestando “Sí cariño,… todo es perfecto”.
Sentados abrazados en el porche observan con el orgullo como juegan sus hijos sin preocupación ninguna, mientras en el horizonte el Sol baja tras las colinas de las montañas de basura, donde durante 24 horas al día las escavadoras no paran de echar al fuego las toneladas de basura que deja tras si el mundo perfecto, donde ya nadie presta atención al insoportable olor que desprende el vertedero que rodea el mundo perfecto. La novela la titularía: “Los hadzabe sólo cazan lo que van a comer”, y la expondría en las estanterías de los supermercados entre los productos carnicos y verduras congeladas, con la fecha de caducidad que pondría "Consumir antes del Final".
Si tuviera talento y tiempo, comenzaría a escribir una novela sobre una pareja perfecta que vive en una casa perfecta, en un barrio perfecto, donde sus hijos perfectos, juegan con su perro perfecto, antes de ir al colegio perfecto, que esta justo al lado del trabajo perfecto de los padres y sus amigos perfectos,… Al final el hombre le diría a la mujer “Esto es perfecto” y la mujer le besaría contestando “Sí cariño,… todo es perfecto”.
Sentados abrazados en el porche observan con el orgullo como juegan sus hijos sin preocupación ninguna, mientras en el horizonte el Sol baja tras las colinas de las montañas de basura, donde durante 24 horas al día las escavadoras no paran de echar al fuego las toneladas de basura que deja tras si el mundo perfecto, donde ya nadie presta atención al insoportable olor que desprende el vertedero que rodea el mundo perfecto. La novela la titularía: “Los hadzabe sólo cazan lo que van a comer”, y la expondría en las estanterías de los supermercados entre los productos carnicos y verduras congeladas, con la fecha de caducidad que pondría "Consumir antes del Final".
Comentarios
el talento lo tienes, no lo dudes.
Zivili!
Ánimo!