¡El cambio se avecina! O por lo menos la sensación de cambio. A partir del próximo martes Obama pasará de la esperanza a la realidad. Tras ocho años del mandato del hombre cuyo nombre no recordaré con la esperanza que la Historia hiciera lo mismo, llega una de las pocas personas que no puede permitirse a pensar “Qué voy a hacer con mi vida”: llega Barack Obama.
Tengo mucha esperanza puesta en él, pero al mismo tiempo tengo muy poca confianza en la administración estadounidense.
Desde hace ya muchas décadas, y tantas administraciones consecutivas, la política exterior estadounidense se basa en la frase “Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”, con la que Henry Kisinger definió al ex dictador chileno Pinochet.
Mantener el crecimiento industrial y el predominio ideológico basado en el petróleo barato, ha sido el imperativo plasmado tras la doctrina neoliberal llamada TINA (There Is No Alternative - No Hay Alternativa). O, en otras palabras; “menos Estado, más mercado”, concepto creado por Margaret Thatcher y adoptado con mucho entusiasmo entre las “thinking heads” del otro lado del charco, comenzando por el Bush padre (el entonces jefe de la CIA).
Con la pretensión de convencer el mundo (o por lo menos la parte que les importaba) que ese pensamiento era el único aceptable, Bush padre y sus halcones tramaron redes muy sutiles, e igual de resistentes, para apoyar y proteger los regimenes en los países principales productores de petróleo ("sus hijos de puta”). Regimenes en absoluta discordia con cualquier de los ideales en los que se basan los fundamentos de EEUU. Sabiendo que es mucho más fácil hacer y mantener rica una familia (o una pandilla de corruptos) que toda una sociedad, los colegas de Bush hicieron todo lo posible para que en Oriente Medio No Haya Alternativa.
Y aunque el petróleo fue el principal motivo para la guerra de Irak, no fue el único. Otro muy importante, pero poco discutido, fue el hecho de que Irak era el único país árabe laico. Y el peligro que la expansión de este concepto hacía los países vecinos donde el poder se elegía “desde el cielo“, era demasiado grande. De noche para mañana, convirtieron el "amigo Sadam" que luchó contra los ayatolah iraníes, en el enemigo Nº 1 y destrozaron la única sociedad árabe con algún rasgo de cultura y tradición democrática. (Siria parece tener suerte de no tener tanto petróleo).
Todo lo que hoy pasa en Irak y Palestina únicamente sirve para radicalizar las sociedades islámicas y fortalecer los regimenes “amigos” de la peña TINA.
Pero, There Is Alternative! y espero que Obama sea su mensajero.
Tengo mucha esperanza puesta en él, pero al mismo tiempo tengo muy poca confianza en la administración estadounidense.
Desde hace ya muchas décadas, y tantas administraciones consecutivas, la política exterior estadounidense se basa en la frase “Es un hijo de puta, pero es nuestro hijo de puta”, con la que Henry Kisinger definió al ex dictador chileno Pinochet.
Mantener el crecimiento industrial y el predominio ideológico basado en el petróleo barato, ha sido el imperativo plasmado tras la doctrina neoliberal llamada TINA (There Is No Alternative - No Hay Alternativa). O, en otras palabras; “menos Estado, más mercado”, concepto creado por Margaret Thatcher y adoptado con mucho entusiasmo entre las “thinking heads” del otro lado del charco, comenzando por el Bush padre (el entonces jefe de la CIA).
Con la pretensión de convencer el mundo (o por lo menos la parte que les importaba) que ese pensamiento era el único aceptable, Bush padre y sus halcones tramaron redes muy sutiles, e igual de resistentes, para apoyar y proteger los regimenes en los países principales productores de petróleo ("sus hijos de puta”). Regimenes en absoluta discordia con cualquier de los ideales en los que se basan los fundamentos de EEUU. Sabiendo que es mucho más fácil hacer y mantener rica una familia (o una pandilla de corruptos) que toda una sociedad, los colegas de Bush hicieron todo lo posible para que en Oriente Medio No Haya Alternativa.
Y aunque el petróleo fue el principal motivo para la guerra de Irak, no fue el único. Otro muy importante, pero poco discutido, fue el hecho de que Irak era el único país árabe laico. Y el peligro que la expansión de este concepto hacía los países vecinos donde el poder se elegía “desde el cielo“, era demasiado grande. De noche para mañana, convirtieron el "amigo Sadam" que luchó contra los ayatolah iraníes, en el enemigo Nº 1 y destrozaron la única sociedad árabe con algún rasgo de cultura y tradición democrática. (Siria parece tener suerte de no tener tanto petróleo).
Todo lo que hoy pasa en Irak y Palestina únicamente sirve para radicalizar las sociedades islámicas y fortalecer los regimenes “amigos” de la peña TINA.
Pero, There Is Alternative! y espero que Obama sea su mensajero.
Comentarios
No tengo ninguna intención de ver el "espectáculo de hoy", ya lo repetirán;los yankis para esas cosas son muy jolivud... y además, lo dices muy bien, poco puede hacer él solo, ni nadie , hay muchos intereses en medio.
Eso sí, aunque sólo sea por la pequeña ilusión que ha despertado entre tanto ser humano, un poco emociona. Luego está su firme candidatura a que se lo carguen...y por la mañana ya escuché algún sarcasmo de derechones riéndose de él y de los ilusionados ; patético el chascarrillo (apuesto a que esa persona contempla el espectáculo)
gracias por el post.
abrazos
e.
Saludos y hasta pronto