- ¿Cuándo se acabará todo esto? ¡¡¡Joder!!! ¡Llevo ya media vida así! – me decía T. Intenté convertirlo en chiste diciendo que se trata de un concurso y que al final todos los que demuestren estar cuerdos obtendrán un mega premio. No es que me hizo mucha gracia, pero no sabía que decirla sobre lo que está pasando con Kosovo y sobre la injusticia e hipocresía a la que está sometida Serbia. Si los supervivientes fueron los que viven super, la independencia sería el final de la pendencia. Pero los ganadores no son los que celebran la victoria. Son los que re-escriben la historia. Y, Kosovo “no es país para viejos”.
Diario de un emigrante balcánico en la Península Ibérica