- son las siete
- ¡otra vez! ¡eso no es vivir!
- A esta hora hubiera salido del curro.
- A qué te dedicabas
- Marketing
- Joder.
- Ya.
- ¿Por qué estás aquí?
- Por los demás.
- Como todos.
- Más o menos. Un día me asusté y una cosa llevó a otra, y... ya sabes.
- ¿De qué te asustaste?
- De mí.
- ¿En el espejo?
- No. En la calle. Una pobre mujer me pedía un euro o algo de comer. La llevé a un restaurante bueno, pedí el menú más carro y al final la di todo el dinero que llevaba encima. Al volver a mi despacho me entró el pánico. Tenía el miedo de volver a salir. De volver a hacer lo mismo. Entonces dije: "Ayudando a los demás me siento mejor. ¿soy un egoísta? ¿¡soy egoísta!?", me preguntaba una y otra vez. Una y otra vez.... una y otra vez... una y otra vez...
- Sí. Recuerdo que lo decías cuando te trajeron.
- Y tú ¿por qué estás aquí?
- Por los demás.
- Como todos.
- Por la noche veía la tele y me parecía que las sonrisas eran muy caras. La mañana siguiente eran mucho más caras. Llegué al trabajo y me di cuenta que con estos precios yo ya no podía vivir sin mi.
"Durante la terapia de hoy recibirán la doble dosis de sus medicamentos. Feliz Navidad a todos", decía una voz por los altavoces.
- Se está bien aquí. ¿No?
- Sí tío. Es mucho más barato.
- Yo no pienso volver a vivir en minoría nunca más.
- ¡Viva la mayoría absoluta!
- ¡Viva!
- ¡otra vez! ¡eso no es vivir!
- A esta hora hubiera salido del curro.
- A qué te dedicabas
- Marketing
- Joder.
- Ya.
- ¿Por qué estás aquí?
- Por los demás.
- Como todos.
- Más o menos. Un día me asusté y una cosa llevó a otra, y... ya sabes.
- ¿De qué te asustaste?
- De mí.
- ¿En el espejo?
- No. En la calle. Una pobre mujer me pedía un euro o algo de comer. La llevé a un restaurante bueno, pedí el menú más carro y al final la di todo el dinero que llevaba encima. Al volver a mi despacho me entró el pánico. Tenía el miedo de volver a salir. De volver a hacer lo mismo. Entonces dije: "Ayudando a los demás me siento mejor. ¿soy un egoísta? ¿¡soy egoísta!?", me preguntaba una y otra vez. Una y otra vez.... una y otra vez... una y otra vez...
- Sí. Recuerdo que lo decías cuando te trajeron.
- Y tú ¿por qué estás aquí?
- Por los demás.
- Como todos.
- Por la noche veía la tele y me parecía que las sonrisas eran muy caras. La mañana siguiente eran mucho más caras. Llegué al trabajo y me di cuenta que con estos precios yo ya no podía vivir sin mi.
"Durante la terapia de hoy recibirán la doble dosis de sus medicamentos. Feliz Navidad a todos", decía una voz por los altavoces.
- Se está bien aquí. ¿No?
- Sí tío. Es mucho más barato.
- Yo no pienso volver a vivir en minoría nunca más.
- ¡Viva la mayoría absoluta!
- ¡Viva!
Comentarios
Ajde! Vidimo se!