Entraba en la Audiencia Provincial para hacer una traducción y, como siempre, deposité la mochila y todo lo metálico que llevaba en los bolsillos en el puesto de control de los guardias de seguridad. Delante de mí un chico y una chica hacían lo mismo y justó cuando el chico cogía su bolso, después de que esa pasara por el aparato de rayos X, el guardia de seguridad se le acercó preguntándole:
- Disculpe señor, me podría decir ¿qué es este objeto largo de plástico que lleva en su bolso?
- Ahhhh, eso – le dijo chaval girándose suavemente hacía él como si no estuviera seguro de lo que le iba a contestar – Ehhh, pues,… es una de estas cosas que sirven para inflar la rueda de bicicleta cuando está desinflada.
- ¡¿Una bomba, quiere decir?! – contestó el guardia de seguridad como si estuviera sorprendido de que el chico no conocía una palabra tan fácil.
- Sí. Es eso es. – le confirmó el chaval - Pero, ¿verdad que reaccionarías diferente si te hubiera dicho directamente que llevo una bomba?
- Tienes toda la razón – respondió el guardia, después de una breve pausa, y se partió de risa, igual que todos los presentes.
Hoy en día hay que tener mucho cuidado con el lenguaje, porque en esos tiempos de paranoia social crónica un simple sinónimo te puede salvar el pellejo. Un poco de prudencia es siempre bienvenida, sobre todo en interacción con personas armadas. Por esto yo siempre tengo en cuenta las palabras de Richard Nixon "Even Paranoids have enemies". (“Incluso los paranoicos tienen enemigos”)
- Disculpe señor, me podría decir ¿qué es este objeto largo de plástico que lleva en su bolso?
- Ahhhh, eso – le dijo chaval girándose suavemente hacía él como si no estuviera seguro de lo que le iba a contestar – Ehhh, pues,… es una de estas cosas que sirven para inflar la rueda de bicicleta cuando está desinflada.
- ¡¿Una bomba, quiere decir?! – contestó el guardia de seguridad como si estuviera sorprendido de que el chico no conocía una palabra tan fácil.
- Sí. Es eso es. – le confirmó el chaval - Pero, ¿verdad que reaccionarías diferente si te hubiera dicho directamente que llevo una bomba?
- Tienes toda la razón – respondió el guardia, después de una breve pausa, y se partió de risa, igual que todos los presentes.
Hoy en día hay que tener mucho cuidado con el lenguaje, porque en esos tiempos de paranoia social crónica un simple sinónimo te puede salvar el pellejo. Un poco de prudencia es siempre bienvenida, sobre todo en interacción con personas armadas. Por esto yo siempre tengo en cuenta las palabras de Richard Nixon "Even Paranoids have enemies". (“Incluso los paranoicos tienen enemigos”)
Comentarios
En fin, hay que ir con cuidado con el lenguaje, sí. Una amiga chilena entró un día en un puesto de lotería en Barcelona y le dijo al vendedor: "Señor quiero polla". Imagínate. Pero no sé si sabes que la polla en Chile es la lotería.
Complicado, hay que llevar en la cabeza un código lingüístico para cada contexto.
Saludos
Saludos
saludos,
Lía