El mes pasado recibí una factura de Movistar y observé que la tercera parte del importe eran “Otros conceptos”. Llamé en seguida para ver qué eran “otros conceptos” y una de estas chicas androides que atiendan las llamadas me explicó que se trataba de un “fallo informático” y que el importe me será devuelto con la próxima factura. Como no es la primera vez que me pasara, en estos cuatro años que llevó con ellos, decidí cambiar de compañía y a recomendación de Chetri me fui a Orange.
“Buenos días, me gustaría cambiar de Movistar a Orange”, le dije al empleado de una nueva tienda de Orange en la Vía Layetana. “Por supuesto” me contestó. Me explicó las condiciones del contrato, me ofreció un teléfono móvil de regalo, añadió que el cambió de operador a operador tardará ocho días y que una vez esté con Orange tendré que permanecer con ellos durante 18 meses, en el contrario tendré que pagar 140 euros. Firmé el contrato y “¡Adiós Movistar!”, pensé contentó por haber hecho el cambio.
Ocho días después, el esperado cambio no llegó y fui a informarme a la tienda. Me dijeron que Movistar lo estaba complicando, "como siempre" y que el cambió “será realizado el día 15”. Llegó el día 15 y mi aparato seguía con el logotipo de Movistar. “No sabemos que pasa, déjeme mirarlo y te llamaré esta tarde”, me dijo el encargado.
No me llamó así que el día siguiente me fui directamente a la tienda. Le pregunté al chaval que me hizo el contrato ¿qué pasaba? Y me contestó que mi caso “estaba pendiente del estudio”. No lo entendí bien y le pedí que me lo simplificara pero sin éxito. Entonces le dije que ya no quería hacer el cambio y que quisiera anular el contrato.
- Si lo haces el Orange te va cobrar los 140 euros – me contestó el chico Orange.
- ¡Queeeee! ¡¿Cómo me vais a cobrar por un servicio que nunca tuve?! Mira, tú prepáreme el fin de contrato y luego que me buscan.
- Yo no puedo hacerlo.
- ¿Cómo que no puedes hacerlo?
- No puedo hacerlo sin el jefe.
- ¿Bueno donde está el jefe?
- Vendrá esta tarde.
Volví mas tarde y encontré el jefe.
- Hola, buenas, qué tal – me saludó cordialmente. – ¿Qué problema hay?
- Pues no creo que hay ningún problema. Yo veo dos posibilidades. O me dan de alta o me dan de baja. Es muy sencillo, digo yo.
- A ver. Déjame mirar tu contrato un momento – y se fue a su despacho a buscarlo. Volvió unos minutos más tarde con un montón de contratos. – Mira, has sido denegado.
- ¿Denegado?
- Sí. La empresa hizo un estudio de tu perfil y parece ser que no eres apto para hacer el cambio.
- ¿Y dan algún motivo?
- No. Nunca dan explicaciones. Es confidencial. Es muy raro esto de los perfiles – dijo en plan sorprendido. – Mira, todos estos contratos son “denegados” - decía enseñándome una carpeta llena de folios. - Pero aquí también hay otros extranjeros. Franceses, italianos, alemanes,… de todo un poco. Pero ves,... por el otro lado, hay muchos paquistaníes que les aceptan sin problema. No lo entiendo. – acabó la frase con una mirada ausente en la que reflejaba todas sus creencias y valores personales. – En tú caso seguro que debe ser algún error. Mira, si tu mañana me traes tu nomina o algún otro comprobante de tus ingresos, yo lo pasaría a la empresa y seguro que eso se arregla.
- No gracias.
Me han ¡Denegado! ¿Será por la X de extranjero en mi carné de identidad o por no tener la nomina? Da igual. En este sistema cada vez más degenerado no me importa ser denegado.
“Buenos días, me gustaría cambiar de Movistar a Orange”, le dije al empleado de una nueva tienda de Orange en la Vía Layetana. “Por supuesto” me contestó. Me explicó las condiciones del contrato, me ofreció un teléfono móvil de regalo, añadió que el cambió de operador a operador tardará ocho días y que una vez esté con Orange tendré que permanecer con ellos durante 18 meses, en el contrario tendré que pagar 140 euros. Firmé el contrato y “¡Adiós Movistar!”, pensé contentó por haber hecho el cambio.
Ocho días después, el esperado cambio no llegó y fui a informarme a la tienda. Me dijeron que Movistar lo estaba complicando, "como siempre" y que el cambió “será realizado el día 15”. Llegó el día 15 y mi aparato seguía con el logotipo de Movistar. “No sabemos que pasa, déjeme mirarlo y te llamaré esta tarde”, me dijo el encargado.
No me llamó así que el día siguiente me fui directamente a la tienda. Le pregunté al chaval que me hizo el contrato ¿qué pasaba? Y me contestó que mi caso “estaba pendiente del estudio”. No lo entendí bien y le pedí que me lo simplificara pero sin éxito. Entonces le dije que ya no quería hacer el cambio y que quisiera anular el contrato.
- Si lo haces el Orange te va cobrar los 140 euros – me contestó el chico Orange.
- ¡Queeeee! ¡¿Cómo me vais a cobrar por un servicio que nunca tuve?! Mira, tú prepáreme el fin de contrato y luego que me buscan.
- Yo no puedo hacerlo.
- ¿Cómo que no puedes hacerlo?
- No puedo hacerlo sin el jefe.
- ¿Bueno donde está el jefe?
- Vendrá esta tarde.
Volví mas tarde y encontré el jefe.
- Hola, buenas, qué tal – me saludó cordialmente. – ¿Qué problema hay?
- Pues no creo que hay ningún problema. Yo veo dos posibilidades. O me dan de alta o me dan de baja. Es muy sencillo, digo yo.
- A ver. Déjame mirar tu contrato un momento – y se fue a su despacho a buscarlo. Volvió unos minutos más tarde con un montón de contratos. – Mira, has sido denegado.
- ¿Denegado?
- Sí. La empresa hizo un estudio de tu perfil y parece ser que no eres apto para hacer el cambio.
- ¿Y dan algún motivo?
- No. Nunca dan explicaciones. Es confidencial. Es muy raro esto de los perfiles – dijo en plan sorprendido. – Mira, todos estos contratos son “denegados” - decía enseñándome una carpeta llena de folios. - Pero aquí también hay otros extranjeros. Franceses, italianos, alemanes,… de todo un poco. Pero ves,... por el otro lado, hay muchos paquistaníes que les aceptan sin problema. No lo entiendo. – acabó la frase con una mirada ausente en la que reflejaba todas sus creencias y valores personales. – En tú caso seguro que debe ser algún error. Mira, si tu mañana me traes tu nomina o algún otro comprobante de tus ingresos, yo lo pasaría a la empresa y seguro que eso se arregla.
- No gracias.
Me han ¡Denegado! ¿Será por la X de extranjero en mi carné de identidad o por no tener la nomina? Da igual. En este sistema cada vez más degenerado no me importa ser denegado.
Comentarios
Lo siento.
Un beso,
Chetri
un beso
Pet Denegado
un abrazo Denegada
Cosas de la vida y de vivir en un país democrático ...