Ir al contenido principal

Desde la distancia

Ayer estuve en una charla sobre el cine colombiano y el proceso de paz titulado “Relación, Cultura y Conflicto: Aportes, Retos y Compromisos”. Los invitados cineastas no tenían muchas ganas de hablar de Colombia como un país en guerra. “No existe una sola Colombia” decía uno de los invitados “Hay muchas Colombias”. Los demás invitados dieron un resumen bastante pesimista de la situación cultural y política de su país, lo que molestó una joven colombiana del público y les replicó que estaba harta de que siempre que se hablara de su país, se hablara en un contexto negativo. En cierto sentido entiendo su rabia porque a mi siempre me toca escuchar de mi país como un ejemplo moderno de la tragedia humana.

Durante diez años en los que me ha tocado vivir dos guerras he visto muchísima dolor y tristeza. Pero, debo decir que igual que la herida cuando se enfría, la paz me dolió más que la guerra. Al miedo y el terror, los sustituyeron las mentiras y la hipocresía político-mercantil que negoció con los destinos de miles y miles de personas que todavía siguen andando en la oscuridad de los sótanos de la historia,... esperando la justicia. Yo decidí no esperar esa herencia y me marché igual que hicieron otros centenares miles de mi generación.

Ahora desde esta perspectiva tengo el privilegio de observar lo sucedido en la reciente historia de mi(s) país(es) con más distancia emocional, pero la conclusión sigue siendo la misma de antes: “Todo es mierda salvo el mear”, como diría mi tío.

Comentarios

siloam ha dicho que…
me gusta mucho este post, Boris. Tienes razón, la mierda (los meos) de la globalización y la pseudoinformación mediatizada consiguen eso, que juzguemos a las gentes de un país como si fuesen monocromas, según los pinta la prensa.
No me extraña el malestar de la colombiana, desde aquí tenemos una idea de lationamerica distorsionada. Y celebrando el día 12 la distorsinamos más
Por mi parte conocó un poco Croacia y te creo.
abrazos

Entradas populares de este blog

Adiós a Los Papeles de Boris

Me hizo mucha ilusión recibir la foto que acompaña este post. Me la enviaron de la Plataforma Editorial y muestra Cuenta siempre contigo , mi libro, destacado en la librería de la estación de Sants en Barcelona. Es allí donde bajé del tren a finales de abril de 2002 y donde empezó la bonita aventura que fueron los años vividos en España. Fue en Barcelona donde empecé a poner en orden mis recuerdos y buscar sentido a lo sucedido. En fin, es donde me convertí en el editor de mi propia vida. Donde empecé a contar conmigo.  El nombre de la estación. “Sants” me daba buenas vibraciones. ¿Qué mejor que los santos para saludar y darle la bienvenida a un viajero cansado que se había cruzado media Europa? Aquella noche, al llegar a Sants, tenía una maleta, algo menos de mil euros y un Sí, el poema de Rudyard Kipling escrito en un papel. Me lo había dejado anotado Tanja, mi Preciosa Bruja de Dorćol. Con este himno estoico empezó mis odiseas ibéricas. Me lo dejó escrito en u...

Nueva web

Queridos amigos, He estrenado mi página web personal donde podéis conocer más cosas que hago y leer nuevos posts. Nos vemos en www.borismatijas.com 

Nenúfar

- Nunca puedes olvidarte de tus raíces. - me decía K. en una terraza. A pesar de venir de dos culturas muy distintas K. y yo compartimos unas experiencias parecidas. Él y su familia tuvieron que huir de su país durante la guerra en Camboya y buscar refugio en Francia. Yo y la mía tuvimos que huir de Croacia a Serbia. K. y yo llevamos más o menos el mismo tiempo viviendo en España y cada uno ha vivido otras experiencias migratorias antes de llegar aquí. Nuestras identidades son como las muñecas rusas. Cada identidad nueva rellena el vacío de otra olvidada. Como nenúfar, tengo raíces en el agua y floto haciendo sombra a la memoria de los peces. Las sensaciones caen como las gotas de lluvia de mayo y cayendo hacen círculos concentricos que conectan con las orillas de mis recuerdos. De vuelta me llegan las emociones. Las dejo ir. Y vuelven. Las dejo ir. Y vuelven. Sin parar, hago mí gimnasio emocional. Estoy cada vez más consciente de que mientras no haga paces con Croacia mi pasado no pod...