Hace casi un año que me entrevistaron para un programa de TV3 que estrenarán pronto. Ahora me han pedido unas fotos para crear mi perfil. El problema ha surgido cuando me han dicho que también querían algunas imágenes mías en Croacia. No tengo ninguna.
Acabo de darme cuenta de que no tengo ninguna foto mía del colegio ni de la primaria, ni siquiera una con Papa Noel. Se quedaron en nuestra casa, la que tuvimos que abandonar y en la que desde hace más de diez años vive un alto cargo de la policía local con su familia y sus propias fotos.
La primera vez que regresé a mi pueblo natal después de la guerra acabé borracho con unos amigos de infancia en un bar situado justo delante de nuestra antigua casa. Desde que nos fuimos me consolaba diciendo que la casa nunca fue mía, sino de mis padres, y que míos eran los recuerdos.
Pero aquella noche sentí mucha rabia viendo la luz encendida y unas sombras extrañas moviéndose entre mis recuerdos. Mucha rabia.
Quería subir y llamar al timbre de la puerta y cuando me la abrieran preguntarles si habían recibido alguna carta para mí. No lo hice. Seguí el consejo de mi amiga Inga: “Todo llegará a su tiempo”, me dijo.
El tiempo que vuela en este juego de sombras y recuerdos.
Acabo de darme cuenta de que no tengo ninguna foto mía del colegio ni de la primaria, ni siquiera una con Papa Noel. Se quedaron en nuestra casa, la que tuvimos que abandonar y en la que desde hace más de diez años vive un alto cargo de la policía local con su familia y sus propias fotos.
La primera vez que regresé a mi pueblo natal después de la guerra acabé borracho con unos amigos de infancia en un bar situado justo delante de nuestra antigua casa. Desde que nos fuimos me consolaba diciendo que la casa nunca fue mía, sino de mis padres, y que míos eran los recuerdos.
Pero aquella noche sentí mucha rabia viendo la luz encendida y unas sombras extrañas moviéndose entre mis recuerdos. Mucha rabia.
Quería subir y llamar al timbre de la puerta y cuando me la abrieran preguntarles si habían recibido alguna carta para mí. No lo hice. Seguí el consejo de mi amiga Inga: “Todo llegará a su tiempo”, me dijo.
El tiempo que vuela en este juego de sombras y recuerdos.
Comentarios
Dicen que la vida pone todo en su lugar... Y en cierto modo es verdad, tal vez no en la forma que esperamos o queremos pero la vida, al final, pone cada cosa en su lugar.
Un saludo.
en el congo hay un refrán que dice "nadie es dueño de su pasado ni de su futuro, solo de su presente"
es delicioso el post, me resultaría muy doloros ver figuras ajenas en mi casa de pueblo, la de los abuelos, la de la infancia.
siloam
Saludos
Hasta pronto, compañero