Ir al contenido principal

Lo tengo

Ha tardado un rato pero al final mi mente acabó convenciendo a mi cuerpo de que se levantara de la agradable y caliente cama y que fuera a ponerse otra vez a la nada agradable y fría cola de Gobernación. Eran las siete de la mañana: poca luz, pocos bares abiertos, la basura de la calle a medio recoger y yo rezando para que no hubiera mucha gente.

Cuando llegué me encontré con más o menos setenta personas y la cola ya bien formada. “No puedo ni imaginar la hora a la que deben haber venido los primeros. Debe ser más o menos a la que yo salí del curro anoche”, pensé poniéndome al final de la fila detrás de una chica que luego supe que era de Perú.

- Perdona. ¿A qué hora abren hoy? –le pregunté–.
- A las nueve.
- Vaya.

Aproveché las dos horas entrenando mi vista recordando algo que había leído hace poco sobre los aborígenes australianos de las tribus más primitivas. Resulta que sus ojos tienen una movilidad continua. No los fijan en ningún punto, sino que recorren todos los detalles y extraen una visión de conjunto. Así que me he entretenido haciendo ejercicios aborígenes observando las narices, las orejas, los movimientos de las manos, las carpetas con papeles, las miradas de los de la cola, las miradas de los guardias y las de los burócratas que entraban a trabajar, las de los niños etc. Hasta que al final me di cuenta que durante todo este tiempo había estado delante de una tienda de fotocopias que se llama “Duana” (“aduana” en castellano).


- ¡Vaya nombre! –dije pensando que realmente la verdadera frontera de España no es la que separa el país de sus vecinos, sino esas puertas que nos separan de los burócratas que manejan los sellos.

A las nueve se abrieron las puertas y logré entrar sobre las diez. A pesar del temor a lo imprevisible que siempre acompaña a un acto burocrático, no hubo ningún problema. Me dieron el documento que necesitaba y ahora puedo salir y, lo más importante, volver a España.

Comentarios

siloam ha dicho que…
enhorabuena!!! :), qué bien cuentas las peripecias burócratas.
Dale un saludo al azul adríatico, lo conocí antes de la locura.
disfruta cada segundo y cada abrazo.
besos
emma
Boris Matijas ha dicho que…
Gracias Emma,
me voy dentro de 10 días. me sentirá muy bien un pequeño respiro disfrutando de la cocina de mi madre, historias de mi padre, un año y medio de mi sobrina, risa de mi hermano, noches con mis amigos... y todo eso en mi idioma
besos
Asturcon ha dicho que…
Me alegra que el famoso "vuelva usted mañana" de la burocracia española no te atrapara esta vez.

Un saludo y disfruta con tu gente.
emereci ha dicho que…
enhorabuena! disfrútalo y acuérdate de contarnos lo que registre tu mirada aborigen ;)

Entradas populares de este blog

Adiós a Los Papeles de Boris

Me hizo mucha ilusión recibir la foto que acompaña este post. Me la enviaron de la Plataforma Editorial y muestra Cuenta siempre contigo , mi libro, destacado en la librería de la estación de Sants en Barcelona. Es allí donde bajé del tren a finales de abril de 2002 y donde empezó la bonita aventura que fueron los años vividos en España. Fue en Barcelona donde empecé a poner en orden mis recuerdos y buscar sentido a lo sucedido. En fin, es donde me convertí en el editor de mi propia vida. Donde empecé a contar conmigo.  El nombre de la estación. “Sants” me daba buenas vibraciones. ¿Qué mejor que los santos para saludar y darle la bienvenida a un viajero cansado que se había cruzado media Europa? Aquella noche, al llegar a Sants, tenía una maleta, algo menos de mil euros y un Sí, el poema de Rudyard Kipling escrito en un papel. Me lo había dejado anotado Tanja, mi Preciosa Bruja de Dorćol. Con este himno estoico empezó mis odiseas ibéricas. Me lo dejó escrito en u...

Nueva web

Queridos amigos, He estrenado mi página web personal donde podéis conocer más cosas que hago y leer nuevos posts. Nos vemos en www.borismatijas.com 

Pase lo que pase

El 2016 se acaba. Ha sido un año emocionante. Al nivel global hemos vivido muchos cambios que seguramente harán que el 2017 también lo será. Ojalá, las cosas mejoren, pero no soy muy optimista. El mundo grande asusta cada vez más y se alimenta del miedo que genera. Lo que me inspira el optimismo es la fe en los mundos pequeños. En los mundos que no sigan el juego del miedo viral.    Al nivel personal, he vivido el año muy importante. Ha sido el inicio de un nuevo ciclo vital. Me he mudado a Suecia. Me he casado (dos veces :-) ). He publicado mi primer libro. He ganado el premio Feel Good. Murió mi padre. Es mucho que digerir, pero ahora tengo herramientas que no tenía cuando llegué a Barcelona , en 2002. Ahora ya no veo bendiciones o desgracias. Problemas o oportunidades. Veo material literario y cuento conmigo. No tengo ni la menor idea que futuro voy a tener. Pero seguiré creyendo que, aunque no resulta nada fácil, ayuda confiar que de todas las circunstanci...