Mi compañero de Bali, Agram, y yo nos hemos pasado las fiestas navideñas llevando bandejas llenas de copas y platos para la gente que las celebraba. El día 25 estuvimos esperando apoyados en la barra a que los clientes recogieran sus abrigos, pieles y regalos para podernos marchar nosotros también y pillar algo de ese espíritu navideño del que todo el mundo habla tanto.
Los clientes pasaban al lado nuestro y les decíamos “Bon Nadal! Felices festas!” poniendo la sonrisa falsa número 2 versión “Grandes fiestas”. Una vez les veíamos la espalda volvíamos a ser normales.
“Aquí se trabaja mucho. Demasiado. Esta no es la vida que yo quiero” –decía Agram.
“¿Te gustaría volver a vivir a tu país?” – le pregunté.
“A mí sí, pero a mi pareja no. No sabe vivir sin dinero, como la mayoría de la gente de aquí. Yo sí sé. He vivido ganando 30 dólares al mes y estaba mejor de lo que vivo ahora. Ganaba menos dinero pero vivía mejor. Era más feliz”.
Es absurdo que sea justo en la Navidad cuando se hace más evidente que la pela es la pela. Viendo toda esta parafernalia, parece que Jesús en vez de haber nacido en un establo lo hizo en el estante de unos grandes almacenes.
No me sorprende que en estas fechas sea cuando más tristeza y depresiones hay. Por eso me gustaría volver a recordar un dicho que he elegido como el mejor que he oído en el 2005:
“No es feliz el que más tiene sino el que menos necesita”. –dicho popular gaditano.
Los clientes pasaban al lado nuestro y les decíamos “Bon Nadal! Felices festas!” poniendo la sonrisa falsa número 2 versión “Grandes fiestas”. Una vez les veíamos la espalda volvíamos a ser normales.
“Aquí se trabaja mucho. Demasiado. Esta no es la vida que yo quiero” –decía Agram.
“¿Te gustaría volver a vivir a tu país?” – le pregunté.
“A mí sí, pero a mi pareja no. No sabe vivir sin dinero, como la mayoría de la gente de aquí. Yo sí sé. He vivido ganando 30 dólares al mes y estaba mejor de lo que vivo ahora. Ganaba menos dinero pero vivía mejor. Era más feliz”.
Es absurdo que sea justo en la Navidad cuando se hace más evidente que la pela es la pela. Viendo toda esta parafernalia, parece que Jesús en vez de haber nacido en un establo lo hizo en el estante de unos grandes almacenes.
No me sorprende que en estas fechas sea cuando más tristeza y depresiones hay. Por eso me gustaría volver a recordar un dicho que he elegido como el mejor que he oído en el 2005:
“No es feliz el que más tiene sino el que menos necesita”. –dicho popular gaditano.
Comentarios
Pido disculpas a Xose Antón por haberlo borrado y te invito que vuelvas a escribirlo.
un saludo
Un dia, hablando con el sobre como se sentia en España me dijo... " Mira, en Cuba no tenia nada pero tampoco hacia nada... Aqui me mato a trabajar y no tengo nada"
Algo falla... verdad???
Un saludo.
P.D: Ese dicho data de los tiempos de la grecia clasica. Al menos asi es como yo lo conoci aunque no recuerdo a que filosofo estaba atribuido.