En los últimos días no he estado pendiente del “Otoño Francés”, pero esta mañana he comprobado que la violencia no para. Lo que más me preocupa es que el Gobierno francés intenta hacer que el fenómeno se entienda solamente como un problema policial. No lo es. Todavía no sabemos qué es lo que quieren los jóvenes que se manifiestan pero tampoco he visto iniciativas por parte de las autoridades para escucharles. Son franceses y como dijo Sebastián Roche del Centro Nacional de Investigación Francés: “A diferencia del ’68, no quieren otra sociedad. Quieren la que ya tienen, pero incluyéndoles a ellos.”
El problema ya no es solamente francés y Europa ya lo ha entendido, aunque no toda. La Europa liberal no quiere comprenderlo. Quizá porque, como dijo Danilo Matucelli, jefe de investigación en el CNRS Francés, “el liberalismo considera que el enfermo, el parado o el pobre no tienen la desgracia, sino la culpa de serlo, y quien no tiene empleo, salud y un buen sueldo es porque no se ha esforzado lo sufriente”.
Se calcula que “Europa requerirá de 40 millones de inmigrantes hasta el año 2050 para solventar el reemplazo de los habitantes originarios de sus países ante su envejecimiento y la disminución de sus tasas de fecundidad.” (http://www.uom.edu.mx/trabajadores/47laura.htm) Sin un modelo de integración, esta importación de trabajadores se parecerá a la de los siglos de esclavitud que dieron la prosperidad económica a las Américas y a África, siglos de miseria.
¿Qué hay que hacer para que la Europa liberal entienda la célebre frase del suizo Max Frisch: “Nosotros queríamos trabajadores, pero obtuvimos personas».
El problema ya no es solamente francés y Europa ya lo ha entendido, aunque no toda. La Europa liberal no quiere comprenderlo. Quizá porque, como dijo Danilo Matucelli, jefe de investigación en el CNRS Francés, “el liberalismo considera que el enfermo, el parado o el pobre no tienen la desgracia, sino la culpa de serlo, y quien no tiene empleo, salud y un buen sueldo es porque no se ha esforzado lo sufriente”.
Se calcula que “Europa requerirá de 40 millones de inmigrantes hasta el año 2050 para solventar el reemplazo de los habitantes originarios de sus países ante su envejecimiento y la disminución de sus tasas de fecundidad.” (http://www.uom.edu.mx/trabajadores/47laura.htm) Sin un modelo de integración, esta importación de trabajadores se parecerá a la de los siglos de esclavitud que dieron la prosperidad económica a las Américas y a África, siglos de miseria.
¿Qué hay que hacer para que la Europa liberal entienda la célebre frase del suizo Max Frisch: “Nosotros queríamos trabajadores, pero obtuvimos personas».
Comentarios
Los paises occidentales no quieren inmigrantes que sean personas, quieren mano de obra barata y si ma�ana no te necesito te devuelvo a tu pais. Y hasta hay que darle las gracias a occidente por haberte "permitido" comer y dormir caliente. Parece como si los paises occidentales les dieran las cosas gratis en lugar de ganarselas los emigrantes con mucho sudor y lagrimas.
Sabes, Boris??? a veces siento que los emigrantes formamos un gran pueblo, disperso por el mundo pero con raices comunes. Somos un pueblo errante y sin patria. Tal vez tambien tengamos derecho a nuestra tierra prometida al igual que el pueblo de Israel y un dia nos dejen habitar a todos en ella.
Un saludo.