- ¿Por qué estamos aquí tú y yo? –me preguntó Moustafa y sin esperar a que le respondiera, me contestó:
- Por la mala política de nuestros países.
A Mustafa le conocí en el hotel donde estoy currando desde hace un par de meses. Desde el principio noté que aquel guineano era diferente. Ayer descubrí porqué: Mustafa era “No alineado”.
Recuerdo que cuando era niño en el colegio solían explicarnos que existían los estados que pertenecían a la OTAN, los del Pacto de Varsovia y nosotros, los No Alineados. Y ahora, cuando ya no existen ni mi país ni los No alineados, me encuentro con otro “huérfano” y descubro que tenemos un pasado común. Cuando Mustafa pronuncia “Marshal Tito” me sobreviene cierta nostalgia de los tiempos en que los pequeños países aún tenían la esperanza de crear su propio camino y creer en su futuro.
Lo que quedó de todo aquello es la imagen de gente como nosotros, dos “no alineados” hablando de tiempos comunes y pasados en la cocina de un hotel de lujo del Primer Mundo.
- A veces me siento como un paracaidista que acaba de aterrizar y mientras voy recogiendo mi paracaídas intento comprender dónde estoy y a ver a dónde voy –le dije.
- ¡Calla, tú por los menos has tenido un paracaídas! ¡Hay tantos que cayeron sin tenerlo! Llevan años intentando ponerse de pie y no tienen a nadie quien les eche una mano.
No hubo nada más que decir.
- Por la mala política de nuestros países.
A Mustafa le conocí en el hotel donde estoy currando desde hace un par de meses. Desde el principio noté que aquel guineano era diferente. Ayer descubrí porqué: Mustafa era “No alineado”.
Recuerdo que cuando era niño en el colegio solían explicarnos que existían los estados que pertenecían a la OTAN, los del Pacto de Varsovia y nosotros, los No Alineados. Y ahora, cuando ya no existen ni mi país ni los No alineados, me encuentro con otro “huérfano” y descubro que tenemos un pasado común. Cuando Mustafa pronuncia “Marshal Tito” me sobreviene cierta nostalgia de los tiempos en que los pequeños países aún tenían la esperanza de crear su propio camino y creer en su futuro.
Lo que quedó de todo aquello es la imagen de gente como nosotros, dos “no alineados” hablando de tiempos comunes y pasados en la cocina de un hotel de lujo del Primer Mundo.
- A veces me siento como un paracaidista que acaba de aterrizar y mientras voy recogiendo mi paracaídas intento comprender dónde estoy y a ver a dónde voy –le dije.
- ¡Calla, tú por los menos has tenido un paracaídas! ¡Hay tantos que cayeron sin tenerlo! Llevan años intentando ponerse de pie y no tienen a nadie quien les eche una mano.
No hubo nada más que decir.
Comentarios
Entre líneas leo que te gustaría que volviera a existir alguna organización similar. ¿Es así?
Muchos saludos
Habrá que inclur Los Simpsons como clases obligatorias en todos los colegios del mundo
un beso
Escucha creo que si estáis aquí no es por la mala política de vuestros paises. La situación de vuestros paises es el resultado de la fiebre loca del poder de unos cuantos, personas cobardes, con muy baja autoestima, con complejo de inferioridad, que se han refugiado en el poder de unos cuantos para poder sobrevivir.
Vosotros estáis aquí porque el mundo es de todos, porque este lugar es vuestro como podría serlo cualquier otro. Conquistadlo. Os pertenece. Os lo habéis ganado. Moustafa y tu más que nadie. Quiero rendiros mi humilde homenaje.
Hasta pronto y mucha suerte.