Ir al contenido principal

La ley del péndulo




“Cómo puede uno creer que dos masas alejadas pueden atraerse cuando no hay nada entre ellas.”, era la pregunta que impulsó la vida científica de Christian Huygens (1629-1695).  
En el año 1984 un avión Antonov, de las fuerzas aéreas de la República Popular de Polonia cambió el curso que tenía previsto, según el plan establecido para las maniobras militares en las que participaba. El comandante puso el rumbo hacia el Norte y el espacio aéreo de Suecia. Él y su tripulación lo habían preparado todo minuciosamente. Para evitar ser detectados por los radares del ejército polaco, y a su vez del Pacto de Varsovia, tenían que volar muy cerca del nivel del mar y esto sin disminuir la velocidad del avión. Toda  la tripulación estaba consciente del riesgo que corrían. Si son detectados serían derivados. “Durante casi dos horas que duró el vuelo el corazón no me dejaba de latir a un ritmo aceleradísimo”, me cuenta B. Por suerte no fueron detectados hasta ya entrados en el espacio aéreo de Suecia, donde aterrizaron y donde la mayoría se quedaron a vivir.
B. es la hija del comandante y fue una de las pasajeras del vuelo. Años más tarde en Suecia conoció a A., un antiguo militante peronista argentino, quien por sus convicciones políticas en 1976, terminó preso durante la dictadura militar en su país. Dos años más tarde de haber sido preso, Argentina fue “obsequiada” por el Mundial de Fútbol y el régimen decidió ser clemente con los presos políticos. Al menos con los que sobrevivieron las torturas y campos de concentración. A. fue ofrecido la opción A) quedarse preso, y B) salir del país. Fue la última vez que vio Argentina. Con 20 kilos menos de peso y mucha rabia, llegó a Brasil y de allí, dentro del plan de asilo político de Naciones Unidas, fue repatriado a Suecia.
He aquí una parte de la respuesta que encontró Christian Huygens. Los cuerpos A y B fueron atraídos por las pulsaciones de sus corazones que como péndulos oscilan de un lado a otro buscando sincronizarse con otro péndulo, parecido. A y B tienen dos hijos, dos caballos, una perra y una vitalidad desbordante.    
Otra parte de la respuesta a Christian Huygens es que estos dos péndulos se encontrasen con el mío. Las probabilidades que A, B y yo nos conociéramos eran más que remotas. Sucedió  hace un par de días en un pequeño pueblo del sur de Suecia, donde abro un nuevo capítulo de Los Papeles de Boris.
Al lado de la casa donde estoy hay un campo donde B tiene sus dos caballos. A mi novia Cecilia la encantan los caballos y así un día se ofreció para B echarla una mano. De la mano tendida vino la invitación a tomar un café en su casa que está en el pueblo al lado. El café resultó ser una barbacoa, acompañada de guitara gaucha, canciones de lucha del proletariado y una sensación palpable de que hay un péndulo gigante que oscila entre nuestras vidas haciendo que nos juntáramos según las experiencias vividas.
Al día de hoy, el 5 de agosto de 1995, las fuerzas militares, con la ayuda logística de las fuerza de OTAN, realizaron la operación Tormenta, expulsando del territorio de Croacia a más de 250.000 ciudadanos de origen serbio. Mi pequeño péndulo estaba en esta colona y me sigue trayendo encuentros inolvidables con unos péndulos fuertes, vitales y maravillosos. Sin patria más la que uno puede tocar y sentir.
EN MEMORIA DE TODOS LOS QUE PERDIERON VIDAS Y HOGARES EN LA OPERACIÓN TORMENTA  Y TODOS LOS QUE SIGUEN SUFRIENDO LA VIOLENCIA EN DISTINTAS PARTES DEL MUNDO POR CULPA DE LA IGNORANCIA Y CODICIA HUMANA.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Nueva web

Queridos amigos, He estrenado mi página web personal donde podéis conocer más cosas que hago y leer nuevos posts. Nos vemos en www.borismatijas.com 

Adiós a Los Papeles de Boris

Me hizo mucha ilusión recibir la foto que acompaña este post. Me la enviaron de la Plataforma Editorial y muestra Cuenta siempre contigo , mi libro, destacado en la librería de la estación de Sants en Barcelona. Es allí donde bajé del tren a finales de abril de 2002 y donde empezó la bonita aventura que fueron los años vividos en España. Fue en Barcelona donde empecé a poner en orden mis recuerdos y buscar sentido a lo sucedido. En fin, es donde me convertí en el editor de mi propia vida. Donde empecé a contar conmigo.  El nombre de la estación. “Sants” me daba buenas vibraciones. ¿Qué mejor que los santos para saludar y darle la bienvenida a un viajero cansado que se había cruzado media Europa? Aquella noche, al llegar a Sants, tenía una maleta, algo menos de mil euros y un Sí, el poema de Rudyard Kipling escrito en un papel. Me lo había dejado anotado Tanja, mi Preciosa Bruja de Dorćol. Con este himno estoico empezó mis odiseas ibéricas. Me lo dejó escrito en u...

Pase lo que pase

El 2016 se acaba. Ha sido un año emocionante. Al nivel global hemos vivido muchos cambios que seguramente harán que el 2017 también lo será. Ojalá, las cosas mejoren, pero no soy muy optimista. El mundo grande asusta cada vez más y se alimenta del miedo que genera. Lo que me inspira el optimismo es la fe en los mundos pequeños. En los mundos que no sigan el juego del miedo viral.    Al nivel personal, he vivido el año muy importante. Ha sido el inicio de un nuevo ciclo vital. Me he mudado a Suecia. Me he casado (dos veces :-) ). He publicado mi primer libro. He ganado el premio Feel Good. Murió mi padre. Es mucho que digerir, pero ahora tengo herramientas que no tenía cuando llegué a Barcelona , en 2002. Ahora ya no veo bendiciones o desgracias. Problemas o oportunidades. Veo material literario y cuento conmigo. No tengo ni la menor idea que futuro voy a tener. Pero seguiré creyendo que, aunque no resulta nada fácil, ayuda confiar que de todas las circunstanci...