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La cuestión catalana

“Ha sido más fácil abrirse paso fuera que dentro de Catalunya. Aquí cuando dices que eres de Trinitat te tratan con desconfianza. En cambio para los de fuera eres de Barcelona y te abren las puertas” cuenta para el Vivir, de La Vanguardia Daniel Jordà, tercera generación de panaderos cuyos panes abastecen algunos de los principales restaurantes de España y Europa, llegando hasta Londres.

Situando su caso dentro de la “cuestión catalana” me encuentro con Mario Benedetti quien decía “Cuando creíamos que teníamos todas las respuestas, de pronto, cambiaron todas las preguntas.”

Me puse a buscar en Google la “cuestión catalana” y me salieron 2.030.000 resultados. Bastantes resultados para una sola cuestión. ¿Podría ser que haya más de una sola cuestión? ¿Y si son dos? Aquí la cosa se complica un poco. ¿Y si son 2.030.000? ¿Cuantas respuestas? ¡Ay! ¡Mare de Deu!

Las calles de Barcelona repletas de personas envueltas en las senyeras, paseando en compases medievales, conmemoraban una gran historia. Y yo, alérgico a las grandes concentraciones de nacionalismo de cualquier expresión o color, me fui a ver la expo Por laberintos

"El laberinto como construcción y símbolo está presente en muchas tradiciones culturales de la humanidad y, tal y como señala Eco –autor del prólogo del catálogo de la exposición–, la historia milenaria de este elemento revela la fascinación que siempre ha despertado en el hombre porque, de algún modo, le habla de la condición humana: existen infinitas situaciones en las que es fácil entrar pero de las que es difícil salir."

Desde qué Dédalus construyó el famoso laberinto en el que encerrarón a Minotauro, hasta el año 1420, los laberintos no contenían puertas sin salida o encrucijadas que despistaban al que se econtraba dentro. Eran una forma unicursal y entretenida de llegar desde el punto A hasta el punto B dando vueltas agradables y volviendo de misma forma. Entonces en 1420 apareció Giovanni Fontana, un veneciano experto en ingeniería militar, quien publicó "Bellicorum Instrumentarum Liber", e introdujo los laberintos multicursales. El mismo año que fue publicado"Bellicorum Instrumentarum Liber", fue terminada la construcción de la catedral de Barcelona.

Hay laberintos en el espacio y laberintos en el tiempo, cómo decía Borges. Si estos dos se solapan, el único modo de encontrar la salida es saber estar Ahora y Aquí.

Desde que Giovanni Fontana volvió a introducir el recorido multicursal, llegar desde el punto A hasta el punto B ya no es tan sencillo. Las preguntas complican el recorido. ¿Giro a la derecha? ¿Giro a la izquierda? ¿Cual es la cuestión catalana? ¿Hay salida? ¿Cuáles son los efectos de "Bellicorum Instrumentarum Liber" en la cuestión catalana? ¿Por qué resulta más fácil vender el pan de Trinitat en Londres y Sevilla, que en Eixample ?

Comentarios

fritus ha dicho que…
certero post, de verdad.
Boris Matijas ha dicho que…
gracias Mr. Frito :-) un abrazo a la family

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