Ir al contenido principal

Ahora y Aquí

Día tras día, hora tras hora, minuto tras minuto la muerte nos despierta. Es gracias a ella que sabemos que estamos vivos. Y es nuestra actitud hacía el tiempo que vivimos entre estos instantes lo que define nuestras vidas.
Llenarlo de miedo sería estar muerto.

Ya de costumbre, a estas fechas regreso del curso de Aiam Aikido. Este año el curso comenzó con las siguientes palabras:
“Muchos considerarían loco a aquél que va a dedicar parte de sus vacaciones para “trabajar” cuando pueden descansar. Pero es que no saben que el “trabajo” sobre tí mismo, te hará descansar cuando estés cansado de las insatisfacciones y frustraciones externas.”

Unas palabras del Maestro Jordi Calvet muy apropiadas para estos Tiempos revueltos que brillan por la ausencia del Presente. Era justo este el propósito del curso; darse cuenta de lo dormidos que estamos y tratar de conseguir las pautas que invocan la presencia en toda nuestra esencia.
“La presencia ordinaria del ser humano es semejante a la de cualquier animal que se deja llevar por su instinto. Comemos, hablamos, trabajamos y nos desahogamos totalmente dormidos.
Somos incapaces de aceptar que incluso una tarea compleja, no precisa en lo más mínimo de nuestra auténtica Presencia, ni de su Atención voluntaria y fija.
En la vida cotidiana las personas somos unas entidades neutras llevadas por la hipnosis colectiva a través de la fijación en el velo fenoménico. No podemos construir el Ser porque éste es el resultado de dos fuerzas reales. Sólo cuando la Presencia está presente en el Presente, la Primera Fuerza puede fundirse con la Segunda y crear la Esencia resultante que es el Ser.
Para la manifestación permanente de nuestro Ser, debemos saber invocar nuestra Presencia miles de veces. Y no de cualquier manera, hemos de aprender la ciencia y con el tiempo, convertirla en un arte Personal y único.
Toda la naturaleza con la ayuda entusiasta de la civilización contemporánea, nuestros familiares, amigos y nosotros mismos contribuimos al mantenimiento del imperio de los sueños. Dicho de otra manera, todo conspira para que nos olvidemos de la Presencia y nos identifiquemos con nuestro robot orgánico. Así, aprendemos a ser carne de cañón para militares y chupatintas para macroempresas industriales.”
En estas palabras de Jordi reconozco el duermevela de la rutina incrustada en la realidad que se manifiesta según nuestro estado de ánimo, y no tal como la Realidad es. Y empiezo a reconocer mis propios mecanismos de defensa que se disparan ante el más mínimo intento de salir del “matrix”
Gracias a estas breves “salidas”, estoy obteniendo las herramientas para instalar la atención en el presente y ser consciente de que no hay y no habrá otras vidas. Esa es una experiencia única y solamente viviéndola Ahora y Aquí, tiene sentido llamarlo vida.

Haz que aparezca lo que sin ti quizá nunca se vería." - Robert Bresson

Comentarios

javi ha dicho que…
Boris, gracias por tu influencia en mi vida... Un fuerte abrazo.
Boris Matijas ha dicho que…
es un GRAN placer y honor conocerte :-)

Entradas populares de este blog

Es la X

¿Será por la X de extranjero en mi carné de identidad o por no tener la nomina? Me preguntaba a mi mismo en el post Denegado (Noviembre 2007)cuando me rechazaron en Orange. Hoy conocí la respuesta. ¡Es la X! Me fui a la FNAC a comprar el regalo de cumpleaños para una amiga. La iba a hacer una bonita sorpresa regalándola algo que creía que la gustaría tener. Y como no soy socio de la FNAC la pedí a Lesliie que me acompañara y lo compráramos a su nombre. Hola qué tal, etc. Muy bien, etc. Nos gustaría comprarlo a crédito, ¿qué condiciones tenéis? ¿Eres socia? Sí. Pues claro, nos dijo la chica, muy simpática, que nos atendía. Pues puede ser así, o así, también puede ser así y por otro lado si no os gusta puede ser así, de todas formas siempre podéis hacerlo así,.. y durante unos diez minutos nos explicaba todas las opciones del amplio abanico de las posibilidades que FNAC ofrecía a sus clientes. Leslie es socia desde hace cinco años o más, pero nunca antes había utilizado la opción de créd...

Signos Ulisesíacos

- ¿Y cómo terminaste en Barcelona? – pregunté. - En tren. – no era esto lo que quería saber, pero me gustó la respuesta. Se llama Nadia. Es de ¿Austria? ¿Egipto? ¿Barcelona? Mientras hablábamos, alrededor nuestro nacía verano a grito pelao’. - ¡Que bien! – dije – yo también. Me encantan los trenes. He tardado 36 horas en llegar. – y después de explicarle la ruta y las paradas que hice, dije – Llegué en abril. El 28 de abril. ¿Y tú? - En junio. El 6 de junio. - ¿Qué serías en el horóscopo inmigrante? - ? Inmigrar es cambiar de aires, costumbres, amistades, amores, ideas y zapatos. Muchos zapatos. Es aprender, perder, emprender, querer, mover, sentir, crear, crecer. Mucho crecer. Es practicar todos los verbos del alma, sin reglas, ni sintaxis. Inmigrar es volver a nacer. Por esto los que migramos también deberíamos mirar otro horóscopo. Llamadlo Ulisesíaco. En nuestro horóscopo, los signos astrales serían representados por los salmones, golondrinas, ballenas, cebras, flores,… y los demás...

Found in translation

A noche vino a visitarme por unos días un buen amigo de Belgrado. Tras volver del aeropuerto nos fuimos a cenar y pensé que tras el día de viaje no le apetecería ir muy lejos, así que propuse el “Donde Jorge”, un restaurante chileno que tengo al lado de mi casa. Es un lugar tranquilo, donde se come bien y barato, así que cumplía con los requisitos. Entramos en el restaurante sobre las diez y media y todas las mesas estaban vacías. Le dije, en cachondeo, a la camarera que estaba detrás de la barra que no teníamos la reserva, pero antes de terminar me di cuenta que era china. - Perdona, no sé si me equivoqué de puerta, o qué, pero aquí antes había un restaurante chileno - dije. - Sí, sí. Esto lestaulante chileno Efectivamente, la bandera chilena, las fotos de cantantes y los objetos de folclor chileno, también lo decían. - ¿Y tú de qué parte de Chile eres? - Yo, china. - Ahhhhh, y ¿qué pasó aquí? ¿Donde están los chilenos? - Nosotlos tenel 50 polciento. - ¿Pero la co...