Ir al contenido principal

Venir

- ¿qué te pasa? – me preguntó Sasha.
- no sé… siento como si ahora me estuviera saliendo todo el cansancio acumulado durante el tiempo en que no me podía permitir estar cansado.
- hhhhmmmm, te entiendo. es que no nos tratamos bien. yo por ejemplo, después de tanto tiempo aquí, ahora me estoy dando cuenta de que realmente he conseguido muchísimo. y ¿sabes qué es lo más difícil? ¡qué es lo que más me ha costado entender?
- ¿qué?
- lo más difícil ha sido darme cuenta que esto no es ninguna competición. y que no tengo que rendir cuentas a nadie por mis resultados. ni allí ni aquí. estoy aquí porque yo lo quería. he aprendido dos idiomas, he ganado muchísimas experiencias y lo más importante: he sido capaz de hacerlo. dejar mi casa, mi trabajo, mi familia y amigos,… y Venir.
Venir.
esto es finalmente de lo que se trata. es lo que nos diferencia a los que lo hicimos de los que no lo hicieron. pero como dijo Sasha, no se trata de ninguna competición en la que alguien tiene que demostrar algo a otro u otros, y ser valorado según los resultados obtenidos.
se trata de cumplir un deseo. de tener el valor de descolocar tus centros y emprender un largo viaje durante cual algunas partes de tu ser tardarán años en recolocarse, y otras muchas más no lo conseguirán nunca.
pero sabes que sigues siendo tu mism@; la irrepetible consecuencia de multiples interacciones que te hicieron ser tal como eres, porque ya nunca podrás saber cómo hubiera sido si te hubieras quedado.
parece difícil.
pero más difícil hubiera sido no hacerlo.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
totalmente de acuerdo, y muy bien expuesto.

Zivili
Diana ha dicho que…
me ayuda mucho leer este texto, mi corazón etá entre dos sitios y supongo que me da miedo dejar una de las dos partes. Gracias!
fritus ha dicho que…
hombre...por fin algo, con lo que en alguna medida, me identifico...como Diana también tengo el corazón dividido..pero me alegro de haber venido. un abrazo, Boris y parroquianos.
siloam ha dicho que…
jo, como me gustó leer Dalmacia y sus piedras.

Este post no precisa comentarios...sí, pasa, en esas circunstancias y en otras: el cuerpo segrega una adrenalina que no sabemos de donde viene, y un día te dice que pares, que la vida no es competir (aunque no esté muy enfermo ni nada); y hay que hacerle caso.
Bicos!
ps: jo, lo que me gustaría poder ir a madrid a veros, pero imposible esos días, ya contareis.
siloam
Anónimo ha dicho que…
sí, creo que es muy importante Venir. Sin más. Y saber quedarse, sin esperar.
Omar

Entradas populares de este blog

Adiós a Los Papeles de Boris

Me hizo mucha ilusión recibir la foto que acompaña este post. Me la enviaron de la Plataforma Editorial y muestra Cuenta siempre contigo , mi libro, destacado en la librería de la estación de Sants en Barcelona. Es allí donde bajé del tren a finales de abril de 2002 y donde empezó la bonita aventura que fueron los años vividos en España. Fue en Barcelona donde empecé a poner en orden mis recuerdos y buscar sentido a lo sucedido. En fin, es donde me convertí en el editor de mi propia vida. Donde empecé a contar conmigo.  El nombre de la estación. “Sants” me daba buenas vibraciones. ¿Qué mejor que los santos para saludar y darle la bienvenida a un viajero cansado que se había cruzado media Europa? Aquella noche, al llegar a Sants, tenía una maleta, algo menos de mil euros y un Sí, el poema de Rudyard Kipling escrito en un papel. Me lo había dejado anotado Tanja, mi Preciosa Bruja de Dorćol. Con este himno estoico empezó mis odiseas ibéricas. Me lo dejó escrito en u...

Nueva web

Queridos amigos, He estrenado mi página web personal donde podéis conocer más cosas que hago y leer nuevos posts. Nos vemos en www.borismatijas.com 

Nenúfar

- Nunca puedes olvidarte de tus raíces. - me decía K. en una terraza. A pesar de venir de dos culturas muy distintas K. y yo compartimos unas experiencias parecidas. Él y su familia tuvieron que huir de su país durante la guerra en Camboya y buscar refugio en Francia. Yo y la mía tuvimos que huir de Croacia a Serbia. K. y yo llevamos más o menos el mismo tiempo viviendo en España y cada uno ha vivido otras experiencias migratorias antes de llegar aquí. Nuestras identidades son como las muñecas rusas. Cada identidad nueva rellena el vacío de otra olvidada. Como nenúfar, tengo raíces en el agua y floto haciendo sombra a la memoria de los peces. Las sensaciones caen como las gotas de lluvia de mayo y cayendo hacen círculos concentricos que conectan con las orillas de mis recuerdos. De vuelta me llegan las emociones. Las dejo ir. Y vuelven. Las dejo ir. Y vuelven. Sin parar, hago mí gimnasio emocional. Estoy cada vez más consciente de que mientras no haga paces con Croacia mi pasado no pod...