- ¿Y cómo terminaste en Barcelona? – pregunté. - En tren. – no era esto lo que quería saber, pero me gustó la respuesta. Se llama Nadia. Es de ¿Austria? ¿Egipto? ¿Barcelona? Mientras hablábamos, alrededor nuestro nacía verano a grito pelao’. - ¡Que bien! – dije – yo también. Me encantan los trenes. He tardado 36 horas en llegar. – y después de explicarle la ruta y las paradas que hice, dije – Llegué en abril. El 28 de abril. ¿Y tú? - En junio. El 6 de junio. - ¿Qué serías en el horóscopo inmigrante? - ? Inmigrar es cambiar de aires, costumbres, amistades, amores, ideas y zapatos. Muchos zapatos. Es aprender, perder, emprender, querer, mover, sentir, crear, crecer. Mucho crecer. Es practicar todos los verbos del alma, sin reglas, ni sintaxis. Inmigrar es volver a nacer. Por esto los que migramos también deberíamos mirar otro horóscopo. Llamadlo Ulisesíaco. En nuestro horóscopo, los signos astrales serían representados por los salmones, golondrinas, ballenas, cebras, flores,… y los demás...
Comentarios
Un abrazo
Yo hoy no he sido capaz de leer los periódicos, hay días, aunque el hábito está arraigado en familia. Me crucé con una columna necia(por no decir ignorante) en uno gallego, y ya sólo una ojeada rápida.
No me entero mucho, pero la plaga de tertulianos, opinantes ignorante, mercenarios del sensacionalismo y el decir por decir, hablar por hablar.
Salvo a unos cuantos, de los q suelo leer, aunque no siempre esté de acuerdo, pero el periodismo , en general, está enfermísimo.
Wilde puede que hiciese una obra de teatro magistral y incisiva,ahora, o como dice fritus, en su última época: amarga.
(por cierto, me traje de irlanda una camiseta con su cara de jóven, y la melena, era en color, a lo pop art, pero se le reconocia; cuando la ponía, a veces me preguntaban: y ese cantante quién es?, aunque el nombre estaba debajo; me hacía gracia, a veces.
besos
ara