“Nuestra mente construye la realidad a medida que avanza en la vida”, es una frase del libro Eficacia mental de Antoine y Danielle Pinn (Robin Book) - (muy recomendado)
Ayer vi un documental que me hizo pensar en mi “realidad”.
El documental se llama El telón de azúcar y en él, a través de los testimonios y las fotografías de sus compañeros de infancia, la autora, Camila Guzmán, regresa a Cuba para hablar de cómo era cuando ella era niña, y cómo es ahora. En una escena un compañero suyo empieza a nombrar los amigos de su clase y resulta que todos están viviendo fuera.
En seguida mi mente empezó la proyección de su propia película compuesta de unas imágenes perdidas en el olvido de mi memoria selectiva.
No solamente que no sepa donde está la mayoría de mis compañeros de clase (están sembrados por los cinco continentes y creo que solo uno ha vuelto a vivir en nuestro pueblo natal) sino tampoco tengo guardadas las fotos de ellos. Casi todas las fotos de mi infancia se perdieron con nuestra casa, saqueada por unos “patriotas”, y posteriormente ocupada por un policía croata, después de la acción militar del ejército croata en 1995. Las únicas que tengo (una de ellas es el detalle que pongo con mi perfil en este blog) son las que mis tías, primos, padrino y amigos de mis padres tenían y nos las dejaron.
Entre las cosas que más echo de menos son las películas de ocho milímetros que mi padre grababa cuando mi hermano y yo éramos pequeños. De todas lo único que recuerdo son las sensaciones y algunos fragmentos amarillados y luminosos,… en la playa con mi hermano,… yo y Goran, mi compañero de clase,… corriendo hacia la cámara por un muro de piedras,… mi cumpleaños y una enorme tarta,… mi madre detrás iluminada por las velitas,.. y de nada más. De las fotos me recuerdo de las colectivas. En ellas, todos los niños de la clase vestidos de Pionir (P=pošten = honrado, I=iskren =sincero, O=odan = devoto, N=nepokolebljiv = inmutable, I=istinoljubiv = veraz, R=radišan = trabajador), con el gorro azul y el pañuelo rojo,… nos pidieron jurar ser buenos “Pionir”. Lo juramos, y nos hicieron olvidarlo.
Mi realidad está formada por estos fragmentos y condicionada por su ausencia. Muchas veces me ha parecido injusta, pero ya no la juzgo. La trato de comprender. "Comprender" no significa "estar de acuerdo".
Ayer vi un documental que me hizo pensar en mi “realidad”.
El documental se llama El telón de azúcar y en él, a través de los testimonios y las fotografías de sus compañeros de infancia, la autora, Camila Guzmán, regresa a Cuba para hablar de cómo era cuando ella era niña, y cómo es ahora. En una escena un compañero suyo empieza a nombrar los amigos de su clase y resulta que todos están viviendo fuera.
En seguida mi mente empezó la proyección de su propia película compuesta de unas imágenes perdidas en el olvido de mi memoria selectiva.
No solamente que no sepa donde está la mayoría de mis compañeros de clase (están sembrados por los cinco continentes y creo que solo uno ha vuelto a vivir en nuestro pueblo natal) sino tampoco tengo guardadas las fotos de ellos. Casi todas las fotos de mi infancia se perdieron con nuestra casa, saqueada por unos “patriotas”, y posteriormente ocupada por un policía croata, después de la acción militar del ejército croata en 1995. Las únicas que tengo (una de ellas es el detalle que pongo con mi perfil en este blog) son las que mis tías, primos, padrino y amigos de mis padres tenían y nos las dejaron.
Entre las cosas que más echo de menos son las películas de ocho milímetros que mi padre grababa cuando mi hermano y yo éramos pequeños. De todas lo único que recuerdo son las sensaciones y algunos fragmentos amarillados y luminosos,… en la playa con mi hermano,… yo y Goran, mi compañero de clase,… corriendo hacia la cámara por un muro de piedras,… mi cumpleaños y una enorme tarta,… mi madre detrás iluminada por las velitas,.. y de nada más. De las fotos me recuerdo de las colectivas. En ellas, todos los niños de la clase vestidos de Pionir (P=pošten = honrado, I=iskren =sincero, O=odan = devoto, N=nepokolebljiv = inmutable, I=istinoljubiv = veraz, R=radišan = trabajador), con el gorro azul y el pañuelo rojo,… nos pidieron jurar ser buenos “Pionir”. Lo juramos, y nos hicieron olvidarlo.
Mi realidad está formada por estos fragmentos y condicionada por su ausencia. Muchas veces me ha parecido injusta, pero ya no la juzgo. La trato de comprender. "Comprender" no significa "estar de acuerdo".
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