El pasado fin de semana conocí una persona extraordinaria. Gustavo Zerbino es uno de los 16 supervivientes del accidente del avión que en 1972 cayó en los Andes. Tenía 19 años y sobrevivió 73 días, a 40 bajo cero, comiendo cadáveres de sus compañeros muertos y rogando a los que seguían vivos que le orinaran en las manos y le pegaran para entrar en el calor. El décimo día del siniestro escucharon por la radio que la búsqueda ha sido suspendida.
Lo que le mantuvo vivo fue “Estar presente. Ahora. Aquí”. “Si hubiera pensado que me iba a tener que quedar allí durante 73 días, me hubiera muerto el mismo día”, dijo.
Este mismo fin de semana una persona maravillosa, y muy querida ha sido ingresada en el hospital. El presente superó sus fuerzas.
Que cruel es el tiempo con las almas sensibles.
Snaga, milo moje!
Lo que le mantuvo vivo fue “Estar presente. Ahora. Aquí”. “Si hubiera pensado que me iba a tener que quedar allí durante 73 días, me hubiera muerto el mismo día”, dijo.
Este mismo fin de semana una persona maravillosa, y muy querida ha sido ingresada en el hospital. El presente superó sus fuerzas.
Que cruel es el tiempo con las almas sensibles.
Snaga, milo moje!
Comentarios
¡Fuerza!...
Un abrazo