Motivado por los comentarios del último post decidí publicar esta foto y unas palabras. Desde hace mucho tiempo trato de evitar a crear juicios generales, pero sí que procuro definir la singularidad de las cosas a través de las claves culturales. Son importantísimos en la educación y formación de cada persona. Dentro de los cuatro anillos (lo intimo, lo privado, lo social, y lo público) que establecen la nuestra singularidad dentro de lo colectivo, cada uno evalúa el espacio que representa cada anillo, según las claves culturales que uno conoce. Algunas culturas son más reservadas, otras más expresivas, algunas respetan la orden, otras la casualidad, pero ninguna es únicamente evaluable por estos valores. Todas son el conjunto de sus singularidades en interacción.
Mi cultura no es ninguna excepción. Pero, soy yo, y nadie más, quien determina que es lo que, por mi propia experiencia, educación y sensibilidad personal, reconoceré como valor positivo o negativo.
Motivado por los comentarios en el post anterior publico la foto que me envío Maki, un amigo de Belgrado. Todavía no sé nada del autor de la foto. Únicamente sé que está tomada en los Balcanes. Quizá se podría decir que la escena es “típica” balcánica por la imagen colectiva creada gracias a la popularidad de las películas de Kusturica. A mi me hizo mucha gracia verla, pero os aseguro que no es “típico” meter un caballo en el asiento trasero de un coche familiar.
Me alegra muchísimo todo lo bueno de mi tierra, y me entristece muchísimo todo lo malo de ella. Pero, nada de ello considero típico. Tampoco lo voy a hacer con la tierra que me acogió y dio muchísimo amor y alegría.
En fin, la definición “típico” es una simple falta de información o del interés por obtenerla.
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