Fui a ver el Barça-Chelsea en casa de Xavi, y en los ratos muertos del partido hablábamos de las elecciones catalanas que se iban a celebrar el día siguiente.
- Boris ¿tu puedes votar mañana? – me preguntó Xavi.
- Sí que puedo. Pero el voto no será valido - le dije en cachondeo. - ¿Y tú, que crees que pasará mañana?
- Mucho depende del Barça – decía Xavi.
- ¿¡Cómo!?
- Pues si el Barça ganara esta noche la gente mañana saldrá a votar y si no, habrá poca participación – me contestó. Y acertó. El Barça empató y Cataluña se absentó. ¡El fútbol es así!
Seguimos hablando de las elecciones y de todo un poco, cuando Tino en un momento me dijo:
- Oyé Boris, te tengo que preguntar algo, pero por favor no lo malinterpretes.
- A ver – le contesté esperando con sonrisa su pregunta.
- ¿Tú que opinas de Cataluña y la inmigración? ¿Cómo lo ves?
Le contesté con un breve análisis a través de lo que a mí me parecían los puntos claves del asunto. Le hablaba del crecimiento económico que se sostenga en mano de obra barata de importación, del miedo de una recesión fuerte, y apostaba por la educación y la necesidad de sensibilización social que sacará el tema de inmigración fuera de las crónicas negras y lo tratará como los demás temas de la actualidad social.
Pero, ni siquiera me di cuenta de mi propia insensibilidad y del miedo en su pregunta. Ni siquiera me había dado cuenta de que en vez de soltarle el rollo socio-analítico le debería haber preguntado: “¿Por qué crees que lo iba a malinterpretar?”
Con las declaraciones de Laura Kait termino la serie titulada “Miedos”. Espero que a través de las miradas de catorce PERSONAS diferentes, de diferentes países de procedencia, de diferentes culturas, religiones, formaciones, profesiones y clases sociales se han podido plantear algunas preguntas que quizá ayudaran a evitar que las respuestas llegaran por sorpresa, como fue el caso de algunos países europeos durante el otoño pasado.
- Boris ¿tu puedes votar mañana? – me preguntó Xavi.
- Sí que puedo. Pero el voto no será valido - le dije en cachondeo. - ¿Y tú, que crees que pasará mañana?
- Mucho depende del Barça – decía Xavi.
- ¿¡Cómo!?
- Pues si el Barça ganara esta noche la gente mañana saldrá a votar y si no, habrá poca participación – me contestó. Y acertó. El Barça empató y Cataluña se absentó. ¡El fútbol es así!
Seguimos hablando de las elecciones y de todo un poco, cuando Tino en un momento me dijo:
- Oyé Boris, te tengo que preguntar algo, pero por favor no lo malinterpretes.
- A ver – le contesté esperando con sonrisa su pregunta.
- ¿Tú que opinas de Cataluña y la inmigración? ¿Cómo lo ves?
Le contesté con un breve análisis a través de lo que a mí me parecían los puntos claves del asunto. Le hablaba del crecimiento económico que se sostenga en mano de obra barata de importación, del miedo de una recesión fuerte, y apostaba por la educación y la necesidad de sensibilización social que sacará el tema de inmigración fuera de las crónicas negras y lo tratará como los demás temas de la actualidad social.
Pero, ni siquiera me di cuenta de mi propia insensibilidad y del miedo en su pregunta. Ni siquiera me había dado cuenta de que en vez de soltarle el rollo socio-analítico le debería haber preguntado: “¿Por qué crees que lo iba a malinterpretar?”
Con las declaraciones de Laura Kait termino la serie titulada “Miedos”. Espero que a través de las miradas de catorce PERSONAS diferentes, de diferentes países de procedencia, de diferentes culturas, religiones, formaciones, profesiones y clases sociales se han podido plantear algunas preguntas que quizá ayudaran a evitar que las respuestas llegaran por sorpresa, como fue el caso de algunos países europeos durante el otoño pasado.
Comentarios
Te citare un dia en el Financial Times!::))
un abrazo!
p.s. algunos croatas tambien en Lituania juegan muy bien el baloncesto: Marko Popovič de "Žalgiris" de Kaunas ayer fue una estrella local contra un equipo de Napoles, que volvieron a casa con 18 puntos de diferencia. A llorar al pecho de mammas!
Por desgracia, en los dominicales todo tiene que ser breve y prefieren los testimonios con fotos. Es frustrante, pero siempre es así. Por eso lo mejor es intentar convertirlas en un libro. Y desde aquí te animo a hacerlo una vez más.
Para acabar, aprovecho para darte las gracias por no tomarme por loca cuando salí indignada de ver la película "Crash" y te propuse tanto curro. La verdad es que creo que contigo los emigrantes se sinceran mucho más que conmigo. Y no es sólo porque tú sepas en primera persona lo que es pasar por tanta mierda burocrática, sino porque tienes una sensibilidad especial para escucharles.
Desgraciadamente, hay que hacer mucho más. No hay manera de pasar una semana entera sin que escuche a alguien quejarse de que todas las becas de comedor escolar son para los "moros" y lindezas similars. Ayer volví a discutir por ese motivo con la chica donde suelo ir a tomar el café. Por más que intenté explicarle que los emigrantes aportan a la Seguridad Social tres veces más de lo que "consumen", no hay manera. En fin...
Reproduzco en otro comentario parte del reportaje publicado en el Magazine en el que intentábamos acabar con ese mito urbano (y el de que no pagan impuestos, bla bla bla) y también la dirección donde lo he colgado por si alguien quiere consultarlo.
Un beso y gracias otra vez por tu trabajo,
/Magda
Magazine, 11/6/06
(...) Esteban Ibarra, presidente del Movimiento contra la Intolerancia, critica la “peligrosa asociación que hacen algunos políticos al vincular delincuencia y emigración, creando una alarma innecesaria y alimentando la xenofobia al estilo de Le Pen”. Según Ibarra, desean hacerse con “ese 6% del electorado soñado por el populismo xenófobo”.
Para empezar, “la mayor parte de los delitos cometidos por extranjeros se debe a la acción de las mafias no a los emigrantes. Los criminales vienen con visado de turista”, remarca Ibarra. Los inmigrantes vienen a trabajar y temen incurrir en cualquier ilegalidad, cuanto más, un delito, porque saben que ello tendría sus consecuencias. Lo que desean es, precisamente, ser lo más legales posible.
Sin embargo, buena parte de los españoles tiene una sensación completamente distinta. Según los últimos barómetros del Centro de Investigaciones Sociológicas, el 60% de los españoles considera que hay “demasiados” inmigrantes. Cuando se les pregunta cuál creen que es el porcentaje de población extranjera en España su respuesta es que un 20%, justo el doble de la realidad.
Este no es el único error ni tampoco el único mito que circula de boca en boca. En los últimos tiempos, las clásicas leyendas urbanas de fantasmas que se aparecen en las cunetas están siendo sustituidos por afirmaciones del tipo “los inmigrantes no pagan impuestos cuando abren un negocio” o “las becas de comedor son para los extranjeros”.
Incluso las llamadas “bandas del Este” no lo son tanto. Tal como publicaba el diario La Vanguardia el pasado 29 de mayo, el 78% de estas asociaciones de criminales son “mixtas”. Españoles y extranjeros planean juntos los crímenes y se reparten el botín. Los índices de criminalidad también desmienten algunas de las sensaciones de la mayoría de los españoles. En este país se producen dos homicidios por cada cien mil habitantes. En la Unión Europea la media es de diez.
Del mismo modo, las supuestas facilidades de los extranjeros para montar una empresa también son una falacia. Sucede todo lo contrario, deben cumplir más requisitos que los españoles, explica Xavier Miró, propietario de una gestoría. Se les exige que tengan una gran cantidad de dinero a modo garantía de viabilidad, “unos 100.000 euros”, coincide Ghassan Saliba Zeghondi, secretario de inmigración de Comisiones Obreras. La oficina de información de la Seguridad Social también confirma que a la hora de hacer pagos “no existe ninguna distinción entre nacionales y extranjeros”.
La queja de que las becas de comedor son para ellos también es común. “Y falsa”, asegura una trabajadora social encargada de asignarlas en su municipio. “Se valora las necesidades específicas de los solicitantes y la verdad es que los hijos de los emigrantes suelen enfrentarse a más problemas. Es un problema de pobreza. La única directriz que tenemos es la de evitar que todos los emigrantes se concentren en los mismos centros. Por ese motivo, muchos colegios reservan plazas para los nuevos escolares”, explica Los españoles son los primeros que se quejan de la existencia de ghettos.
(...) En “Crash” los blancos tienen miedo de los ataques de los negros y los negros de su represión, los persas temen a los árabes y a los latinos y estos nuevamente a sus jefes blancos. Nadie está libre de ser víctima de un ataque de pánico y de convertirse en ese momento en alguien que sólo desea seguridad y protección hasta el punto de volverse agresivo en su empeño.
(...) El temor de algunos padres a que sus hijos vayan a escuelas en las que haya demasiados niños inmigrantes puede tener serias consecuencias para ese desconocimiento mutuo en el futuro. Según el CIS, el 34,3% de los españoles nunca ha tenido relación ni trato con un inmigrante.
El conocimiento despierta la empatía, asegura Snezana, también conocida como “Mama Giana”, una gitana búlgara que junto a su marido lleva tres años cantando por las calles de Barcelona y Madrid. “Cuando les contamos cómo vivimos, los españoles se ponen a llorar”. Para ellos esta abuela de aspecto entrañable es una especie de “talismán”.
No todos los gitanos tienen su suerte. “Desgraciadamente, si alguno pensaba que con la llegada de los emigrantes el racismo se iba a dispersar se equivocaba. Para los gitanos no ha bajado ni un ápice”, afirma Juan de Dios Ramírez Heredia, presidente de la Unión Romaní.
(...) Por lo general, nadie quiere hacer distinciones entre los integrantes de las diferentes etnias. Después, en la intimidad, vuelven a aflorar los prejuicios y se establecen categorías para los diferentes emigrantes. “Los chinos no suelen dar problemas. Y la gente del Este suele ser bastante educada. Los magrebíes son diferentes”, sentencia un trabajador de los Juzgados de lo Penal, quien dice no ser racista, pero admite que no querría que sus hijos se casaran “con según qué etnias”. Para este ateo, “el tema de la religión es el principal inconveniente para integrarnos”.
Opiniones similares se oyen entre los emigrantes que viven en España. Como en “Crash”, ellos también sienten sus recelos. La marroquí Khaoula Bouchki dice que sólo le dan miedo “los colectivos que utilizan la violencia gratuita, como, por ejemplo, los Latin King”. Por su parte, la periodista lituana Kristina Nastopkaite recuerda que una compatriota suya reconocía que “si tuviera que compartir habitación y le dieran a elegir entre un francés y un negro, escogería al francés sin saber bien por qué. Sí, soy racista”.
Artículo completo en: http://www.magdabandera.com/archives/000662.html