Últimamente me parece como si todo lo que me rodea estuviera en el aire y que pudiera desaparecer en cualquier momento. Ya me pasó una vez. Tenía 19 años y de un día para otro mi familia y yo lo perdimos todo y empezamos de nuevo en un país nuevo, en una casa nueva, con unos vecinos nuevos.
Llevo cuatro años en Barcelona y últimamente me repito a mí mismo con bastante frecuencia “¿Qué hago yo aquí?, ¿Será la hora de levar el ancla?” Y para no pensar me meto en la piscina. El agua no deja respirar a ese aire que me quema, y voy nadando hasta que ya sólo quedan el azul del agua y sus reflejos en mi retina.
Hoy cuando he salido de la piscina he visto mensajes y llamadas perdidas de gente que quiero mucho. Luego he mirado la agenda de mi móvil y he entendido lo que hago yo aquí y lo muchísimo que tengo.
Armado de una sonrisa voy acortando las distancias y llenando mi agenda. Mi banco de sonrisas.
Llevo cuatro años en Barcelona y últimamente me repito a mí mismo con bastante frecuencia “¿Qué hago yo aquí?, ¿Será la hora de levar el ancla?” Y para no pensar me meto en la piscina. El agua no deja respirar a ese aire que me quema, y voy nadando hasta que ya sólo quedan el azul del agua y sus reflejos en mi retina.
Hoy cuando he salido de la piscina he visto mensajes y llamadas perdidas de gente que quiero mucho. Luego he mirado la agenda de mi móvil y he entendido lo que hago yo aquí y lo muchísimo que tengo.
Armado de una sonrisa voy acortando las distancias y llenando mi agenda. Mi banco de sonrisas.
Comentarios
...Y por fin he encontrado el camino que ha de guiar mis pasos...”
Se lanza al mar. Y nada. Y sonríe nadando. Y canta debajo del agua. Y la libertad que siente no es comparable. Es suya. Es única. Ha encontrado lo que buscaba. Ha encontrado quien buscaba. Y entonces, con la mente ida pensando en quien, llora debajo del agua. Y suda debajo del agua. El esfuerzo de ser feliz. Pero ni las lágrimas ni el sudor se distinguen. Todo es uno. Todo es agua.
Un latigazo en la piel.
Una caricia para el corazón.
Un beso con sabor a sal.
Un grito ensordecedor.
Nada se oye.
Todo es calma entre olas serenas.
Burbujas plateadas en dirección al cielo. Una luz se ve a lo lejos. ¿Cómo explicar lo inexplicable? Viene una sombra entre tanta espuma. Va a alcanzarla. Su piel se arruga. Sus ojos... se abren. Y ve.
Escuchando: Mar adentro, de Héroes del silencio “
Que vagi bé !
un abrazo
Y si no es asi, de qué valdría la vida? aprovechar los minutos que ella no dá, es nuestra mejor elección...
Un beso!