A través de la web de Escolar llego a El Confidencial y allí encuentro una cita de Bertrand Rusell. Creo que todos los periodistas deberían tenerla como referencia, sobre todo en estos tiempos, en los que la esfera pública está más revuelta y las palabras van cargadas con la pólvora que hacen explotar los espíritus que dificultan el diálogo:
“Bertrand Rusell en La conquista de la felicidad llega a aconsejar a los periodistas un camino hacia la paz interior, tras constatar que la inmensa mayoría no creen en la política de los medios para los que trabajan y han adoptado el cinismo como válvula de escape a la prostitución de su talento: “No puedo condenar a los que se dedican a este tipo de trabajos, porque morirse de hambre es una alternativa demasiado dura, pero creo que si uno tiene posibilidades de hacer un trabajo que satisfaga sus impulsos constructivos sin pasar demasiada hambre, hará bien, desde el punto de vista de la felicidad, en elegir este trabajo antes que otro mucho mejor pagado pero que no le parezca digno de hacerse. Sin respeto de uno mismo, la felicidad es prácticamente imposible. Y el hombre que se avergüenza de su trabajo difícilmente podrá respetarse a sí mismo”. Lástima que a la indignidad le lluevan voluntarios.”
“Bertrand Rusell en La conquista de la felicidad llega a aconsejar a los periodistas un camino hacia la paz interior, tras constatar que la inmensa mayoría no creen en la política de los medios para los que trabajan y han adoptado el cinismo como válvula de escape a la prostitución de su talento: “No puedo condenar a los que se dedican a este tipo de trabajos, porque morirse de hambre es una alternativa demasiado dura, pero creo que si uno tiene posibilidades de hacer un trabajo que satisfaga sus impulsos constructivos sin pasar demasiada hambre, hará bien, desde el punto de vista de la felicidad, en elegir este trabajo antes que otro mucho mejor pagado pero que no le parezca digno de hacerse. Sin respeto de uno mismo, la felicidad es prácticamente imposible. Y el hombre que se avergüenza de su trabajo difícilmente podrá respetarse a sí mismo”. Lástima que a la indignidad le lluevan voluntarios.”
Comentarios
"Sólo los locos obedecen la orden de un ataque aéreo; sólo los cuerdos la rechazan; por lo tanto, debe obedecerla, pues si está bajo un mando las órdenes son sagradas, y si está loco la aceptará"
Un abrazo fuerte, sigue así