Michael es de Ghana, tiene los documentos en regla y lleva unos cinco años en España pero no habla bien el castellano, prefiere comunicarse en inglés. Así que me llamaron desde la agencia de traductores para hacerle de traductor en el tribunal.
Según la denuncia, el año pasado en la terminal del aeropuerto de Barcelona, Michael actuó “de forma violenta y agredió a los policías que intentaron legitimarle”.
Según Michael, aquel día estaba en el aeropuerto con su esposa despidiéndose de su mejor amigo, que volvía a Ghana. Un chaval que estaba a su lado también se despedía de otro muchacho y lo hacía de forma “algo ruidosa”. En ese momento se les acercaron dos guardias civiles y les pidieron que se alejaran de aquella zona. Así lo hicieron, pero mientras bajaban las escaleras los guardias volvieron a llamarles y salieron corriendo detrás de él. El chico empezó a correr y Michael hizo lo mismo. Cuando salió fuera del edificio tres policías se abalanzaron sobre él, lo tumbaron al suelo y lo esposaron.
Cuando el juez lo preguntó por qué había echado a correr cuando los guardias civiles le llamaron dijo: “Por instinto. En mi país la policía no es buena y si te persiguen tendrás problemas sea como sea”.
En el juicio de hoy, después del testimonio de Michael han testificado por separado un guardia civil y tres policías nacionales. Los cuatro testimonios han sido contradictorios.
El guardia civil ha dicho que en la terminal sólo estaba Michael y que éste gritaba. El agente ha añadido que cuando pidieron al acusado y su colega, quien por cierto no se ha presentado ante el tribunal, que se calmasen, éste se echó a correr. Él se fue detrás suyo avisando a la policía nacional para que lo detuvieran.
El primer policía nacional en testificar ha dicho que había dos varones que huían, y no uno solo como dijo el guardia civil, y que el otro se escapó. Y que al ver al acusado le intentó detener pero este se resistió. Concretamente, según el policía, cuando éste y sus colegas intentaban inmovilizarlo Michael le dio un mordisco en la muñeca. En el informe médico no consta ningún mordisco, así que el policía ha acabado retirando la denuncia allí mismo, en el tribunal, diciendo que hablaba de memoria y que ahora no se acordaba bien de si era un mordisco o no. (¡¿Vaya, cuántos mordiscos habrá sufrido en su vida para no acordarse de aquel en concreto!?) Los otros testimonios también contradicen la versión del guardia civil.
Cuando Michael dijo que había arrancado a correr instintivamente al ver a los guardias persiguiéndole le entendí perfectamente. Pero me temo que, por la expresión de su cara, el juez no lo entendió. ¿Quizá porque no tiene desarrollado este instinto? El instinto se agudiza con la experiencia y yo lo entendí porque la he tenido. Recuerdo como al principio de la guerra, Djuro, un amigo mío de Croacia, acabó con el tímpano del oído perforado después de la hostia que le dio un poli de dos metros de carne pura. Al poli no le había gustado la mirada de Djuro.
También recuerdo los tiempos en que vivía en Serbia bajo el régimen de Milosevic, donde la policía iba armada con kalasnjikov por las calles y la gente temía más de ellos que de los criminales. Este miedo se incrementaba cada vez más después de que la policía apalizara de manera brutal a los manifestantes que acudían a las numerosas protestas contra el régimen.
Realmente no se qué pasó aquel día en el aeropuerto, pero me temo que si Michael fuese un sueco alto rubio que se despedía de forma “algo ruidosa” en el aeropuerto de otro sueco alto rubio en vez ser un ghanés bajito y moreno nada de esto habría ocurrido.
Comentarios
La policia habria actuado de igual manera hasta el momento de la captura tras la carrera de Michael. En ese momento entre 5 y 10 policias lo hubieran apaleado en el suelo y esposado hasta que jurara ser el asesino de la mama de Bambi.
Una vez ante el juez los policias asegurarian que Michael se comporto de forma tan violenta que era un peligro grave tanto para los policias como para el resto de gente en el lugar y que las numerosas contusiones y huesos rotos se los produjo el mismo en el forcejeo con los policias que, humanamente, usaron minima fuerza y siempre como indica su reglamento de actuacion.
Como en los USA la palabra de un policia (y ni te imagines de diez) vale mas que la mia, la de Michael y la de cualquier civil juntos a Michael como minimo le caeria una multa y servicio comunitario a parte de la paliza que le habrian propinado los policias.
Y que esperar de un pais que multo a Einstein con $50 de multa tras llegar de Alemania a New Jersey por alteracion del orden publico tras ser su casa atacada por un grupo de nazis gringos. Y es claro, si nu hubiera venido no se hubieran producido los disturbios.
Hasta para encontrarte con la policia hay mejores sitios que otros y España no es el peor... y es la experiencia la que habla ;)
Un saludo.