Llamo para solicitar cita en el médico y me contesta la voz de una mujer evidentemente malhumorada.
- Deseaba pedir cita con la doctora – digo y escucho una de esas pausas incómodas en las que uno siente que la persona al otro lado de la línea mueve los ojos hacia arriba, muerde el labio y piensa ¡qué pesado debe ser la persona que llama!
- Tu nombre –me contestó por fin
- Boris Matijas.
- No, no te tengo.
- Es que vengo por primera vez.
- ¿Tienes Seguridad Social?
- Sí.
- A ver, dime tu fecha de nacimiento.
- 15 de abril...
- Ahhhhhh -gritó la mujer excitadísima-, ¡Aries! ¡Como yo! ¡ Uuuuh, qué mala leche tenemos...! El viernes a las nueve. ¿Te va bien? -me preguntó.
- Sí -dije, pensando en la pobre infeliz que cree que la culpa de su mal carácter la tiene el horóscopo.
¡¿Qué tipo de horóscopo deben haber leído George W. Bush & Friends?!
- Deseaba pedir cita con la doctora – digo y escucho una de esas pausas incómodas en las que uno siente que la persona al otro lado de la línea mueve los ojos hacia arriba, muerde el labio y piensa ¡qué pesado debe ser la persona que llama!
- Tu nombre –me contestó por fin
- Boris Matijas.
- No, no te tengo.
- Es que vengo por primera vez.
- ¿Tienes Seguridad Social?
- Sí.
- A ver, dime tu fecha de nacimiento.
- 15 de abril...
- Ahhhhhh -gritó la mujer excitadísima-, ¡Aries! ¡Como yo! ¡ Uuuuh, qué mala leche tenemos...! El viernes a las nueve. ¿Te va bien? -me preguntó.
- Sí -dije, pensando en la pobre infeliz que cree que la culpa de su mal carácter la tiene el horóscopo.
¡¿Qué tipo de horóscopo deben haber leído George W. Bush & Friends?!
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