Muchas veces noto que incluso mis amigos íntimos no acaban de pillar del todo de dónde soy. La mayor parte de la culpa es mía. Es que yo mismo tampoco estoy muy seguro de dónde soy.
Siempre que me hacen la pregunta “¿de dónde eres?”, contesto que “soy de Croacia”. Luego, cuando me preguntan “¿Y qué tal Croacia?” suelo decir que no tengo ni idea. Llevo más de la mitad de mi vida fuera de allí y las pocas veces que voy lo hago como visitante. De turista. Supongo que todos los que llevamos mucho tiempo fuera de nuestros países tenemos sensaciones semejantes.
Intentaré explicar por qué no me siento en casa en el país en que nací.
El otro día leía en la prestigiosa evista croata “Globus” la columna de Miljenko Jergovic. Este periodista croata hablaba de lo absurdo que es el nacionalismo croata en la actualidad. En su artículo hablaba de Daniel Bilos, un delantero del Boca Juniors nacido y criado en Argentina de padres nacidos en este mismo país. El chaval estaba muy tranquilo siendo argentino hasta que el cónsul de Croacia en Buenos Aires descubrió que su abuela era croata y que, por tanto, Daniel también lo era.
A continuación, el artículo contaba otra historia sobre un muchacho llamado Jovan Basara, nacido y criado en Croacia de padres, abuelos y bisabuelos también nacidos, criado y enterrados en Croacia. Con sólo trece años, Jovan tuvo que conducir un tractor lleno de gente que huía de Croacia. Eran serbios.
Ese chaval llenó las portadas de los periódicos serbios que utilizaron aquella imagen como símbolo de la tragedia de un pueblo. Del pueblo que el nacionalismo serbio utilizó para empezar la rebelión en Croacia para después dejarlo en el olvido. El mismo pueblo que el gobierno de la recién creada Croacia independiente no veía dentro de su idea de estado nacional. No les quería “porque no existía la conciencia acerca de lo que significa ser croata y lo que forma parte de la identidad nacional croata”, escribe Jergovic.
¿Cómo puede ser que un chaval que ni siquiera sabía que podía ser croata se puede identificar más fácilmente con Croacia que otro de la misma edad que nació en este país? Eso es lo que se pregunta este periodista y añade: “Al contrario de Daniel Bilos, el prodigioso delantero del Boca Juniors, Jovan Basora forma parte de la identidad nacional croata. Son croatas sus memorias, es croata su infancia, es croata su desgracia serbia, son croatas su lengua y su cultura serbia”.
A todos los que creen que yo, Boris Matijas, Jovan Basora y el resto de los que nacimos y crecimos en Croacia nos fuimos de allí porque no compartíamos la idea de la nueva identidad nacional croata les dirijo unas palabras que dijo Diógenes cuando le condenaron al exilio:
- “Igual que i los sinopios me condenaron al exilio yo les condeno a que se queden en la patria”.
Comentarios
La identidad (nacional) no es única, tal como defiend Amin Maalouf en un librito excelente que se llama "Identidades asesinas".
firmado: una fan de tu blog
Un saludo.
"la guerra es muy mala escuela/
no importa el disfraz que viste/
perdonen que no me aliste/
bajo ninguna bandera/
vale más cualquier quimera/
que un trozo de tela triste."
esto lo canta con voz humana y sensual jorge drexler, diciendo en la misma canción que "no hay pueblo que no se haya creído el pueblo elegido".
la segunda cita es de danilo kis: "así que quieren, señores, que les enseñe mi casa natal? pero si mi madre dio a luz en un hospital de fiume (rijeka), y ese hospital ya lo derribaron. no conseguirán poner una placa conmemorativa a mi hogar, creo que también lo derribaron. o deberán poner tres o cuatro diferentes placas con mi nombre: en varias ciudades y varios países, pero ni en eso podré ayudarles, ya que no sé cuál fue mi casa natal, no me acuerdo dónde viví en mi infancia, apenas me acuerdo en qué idioma hablaba."
salud!