Hace unas semanas acompañé a Audrius a hacer una entrevista al padre Joni, el cura roquero. Este religioso lleva una melena larga suelta sobre los hombros y tiene un aire algo más que peculiar. Su parroquia se halla en el Priorato catalán y entre una misa y otra compone y canta canciones roqueras con reivindicaciones sociales contra la globalización y el dinero como religión.
El padre Joni se ha hecho bastante famoso tanto por su música como por su oficio. En cualquier caso, para mí lo interesante no es su aspecto sino sus palabras. Aquel día, en su pequeña iglesia semidesierta, el cura roquero catalán nos contó la siguiente historia como consejo para vivir en los tiempos que corren:
“Dos amigos llevaban varios días exhaustos caminando por el desierto. Sin ninguna explicación uno le pegó un bofetón al otro. Este, sin decir ni una palabra, cogió una piedra y escribió en la arena lo que acababa de hacerle su amigo.
Siguieron por el desierto cuando de repente encontraron un oasis. Después de varios días sin beber, el amigo que había recibido la bofetada un poco antes saltó al agua, pero olvidó que no sabía nadar y sintió que estaba a punto de ahogarse. Entonces, su amigo se lanzó rápidamente a por él y le sacó del agua.
Una vez a salvo, el amigo que acababa de ser rescatado cogió una piedra grande y utilizó otra para grabar en ella lo que acababa de hacer su amigo por él.
- ¿Por qué has escrito sobre la arena que te pegué un bofetón y, en cambio, has escrito sobre una piedra que te he salvado la vida?
-Pues es simple. Cuando me pegaste lo escribí en la arena para que el viento del olvido lo borrase en seguida. Cuando me salvaste la vida lo escribí en piedra para que nunca sea olvidado”.
Al ver los pueblos del Priorato es fácil adivinar que hasta hace poco tiempo estas tierras rocosas fueron muy pobres. Y la historia suele cebarse con la pobreza.
Hoy día en la región del Priorato crece uno de los tipos de vides más valorados del mundo. A su alrededor, todo es de piedra. Para que las cosas buenas no se olviden nunca.
El padre Joni se ha hecho bastante famoso tanto por su música como por su oficio. En cualquier caso, para mí lo interesante no es su aspecto sino sus palabras. Aquel día, en su pequeña iglesia semidesierta, el cura roquero catalán nos contó la siguiente historia como consejo para vivir en los tiempos que corren:
“Dos amigos llevaban varios días exhaustos caminando por el desierto. Sin ninguna explicación uno le pegó un bofetón al otro. Este, sin decir ni una palabra, cogió una piedra y escribió en la arena lo que acababa de hacerle su amigo.
Siguieron por el desierto cuando de repente encontraron un oasis. Después de varios días sin beber, el amigo que había recibido la bofetada un poco antes saltó al agua, pero olvidó que no sabía nadar y sintió que estaba a punto de ahogarse. Entonces, su amigo se lanzó rápidamente a por él y le sacó del agua.
Una vez a salvo, el amigo que acababa de ser rescatado cogió una piedra grande y utilizó otra para grabar en ella lo que acababa de hacer su amigo por él.
- ¿Por qué has escrito sobre la arena que te pegué un bofetón y, en cambio, has escrito sobre una piedra que te he salvado la vida?
-Pues es simple. Cuando me pegaste lo escribí en la arena para que el viento del olvido lo borrase en seguida. Cuando me salvaste la vida lo escribí en piedra para que nunca sea olvidado”.
Al ver los pueblos del Priorato es fácil adivinar que hasta hace poco tiempo estas tierras rocosas fueron muy pobres. Y la historia suele cebarse con la pobreza.
Hoy día en la región del Priorato crece uno de los tipos de vides más valorados del mundo. A su alrededor, todo es de piedra. Para que las cosas buenas no se olviden nunca.
Comentarios
estic molt millor de cos (de cap ja no n'estic tan segur:)