En La Vanguardia de ayer un artículo titulado “Que pasa neng” y acompañado con una foto de inmigrantes subsaharianos, interrumpió la ya aburridísima rutina de los temas protagonizados por los políticos. A continuación copio una parte de este artículo:
“La globalización ha puesto fin a las fronteras y ha servido para unir a los pueblos de todo el mundo. Este hecho se confirmó el jueves en Fuerteventura con la llegada a sus costas de una patera, cargada de 39 inmigrantes de origen subsahariano, que protagonizaron uno de los capítulos más simpáticos de la inmigración ilegal.
El jueves en Fuerteventura el fenómeno de las pateras no se vinculó a las palabras de muerte, drama y desolación a las que estamos acostumbrados. Lejos de la amarga imagen de los inmigrantes desembarcando en las costas españolas con rostros demacrados e impregnados de miedo e incertidumbre por la llegada a una tierra desconocida, el jueves Fuerteventura acudió atónita a la llegada de una patera en la que los inmigrantes se levantaron para saludar y sonreír a los fotógrafos y cámaras que esperaban su llegada en el muelle de Gran Tarajal. La sorpresa, sin embargo, llegaría pocos minutos después, cuando tres de los 39 inmigrantes que viajaban en la patera comenzaron a decir a los equipos de la Cruz Roja y de Salvamento Marítimo que esperaban en el muelle: "¡Qué pasa, Neng!", en referencia a la frase que pronuncia un personaje del programa de televisión Buenafuente,según informó ayer uno de los voluntarios del Equipo de Respuesta Inmediata de Atención a los Inmigrantes a Pie de Playa de la Cruz Roja de Fuerteventura.”
La supervivencia aumenta la inteligencia por un simple hecho de que constantemente estimula a buscar soluciones. Había otra frase celebre del Neng que decía “¡Soy una persona, neng!” pero los inmigrantes optaron por la frase más popular y menos reivindicativa. Siguieron el principio establecido en las palabras de Shakespear: “Es más fácil obtener lo que se desea con una sonrisa que con la punta de la espad.” Y lo consiguieron. Haciendo se pasar por nengs, han logrado que se les trate como personas.
El artículo termina con la conclusión de un miembro de la Cruz Roja que les atendió: “¡Ojala todas las pateras fueran iguales a esta!
Llamadme iluso pero tengo que añadir: ¡ojalá no las hubiera!
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