Hace un par de mañanas, tomándome el desayuno, me encontré (maldita sea) con el siguiente enigma de Einstein. Hay cinco casas de diferentes colores y en cada casa vive una persona de diferente nacionalidad. Estos cinco propietarios beben diferentes bebidas, fuman diferentes cigarros y cada tiene un animal diferente al de los demás. Y si ninguno de ellos tiene el mismo animal, tampoco fuma el mismo cigarro ni bebe la misma bebida. La pregunta es: ¿Quién tiene un pez? (En La Vanguardia encontrarás las pistas para resolver el enigma.) Pues allí se me fue una buena parte de la mañana. Por testarudo que soy no podía dejarlo hasta finalmente dar con la solución y, siendo fiel a mi tradicional modestia, triunfalmente compartirlo en mi muro de Facebook. Y allí estaba el castigo. Casi al mismo tiempo Uli Marchsteiner ( parte del siguiente ejercicio consiste en pedir a todos los nativos hispanoparlantes pronunciar correctamente su apellido sin deletrear,… es una br...
Diario de un emigrante balcánico en la Península Ibérica