Ésta mañana me ha devuelto la confianza en la humanidad. Ayer por la tarde llevé mi moto al taller por un fallo y los del taller (muy simpáticos) me dejaron una moto antigua que tienen allí para usar mientras se arregle la mía. Después de un día de mucha actividad volví a mi casa muerto de cansancio. Viendo “Sjecas li se Dolly Bell” de Emir Kusturica, en DVD me quedé dormido en el sofa. Esta mañana cuando salí de casa para trabajar, no encontraba la llave de la moto en ninguna parte. Durante 3/4 de hora he buscado en todos los sitios por donde mi mente despistada podría haber metido la llave. No estaba. Bajé a mirar en la escalera. No estaba. En la calle,… No estaba. La moto seguía en el mismo sitio donde la había dejado. Bajé a ver si se me había caído por allí. "Vaya que iluso, si se hubiera caído al lado de la moto seguro que la moto ya no estaría en su sitio" pensó mi cerrebro malpensante, acostumbrado a vivir en lugares donde el robo y el hurto forman parte de la vida co...