"Si Dios no existiera, sería necesario inventarlo", decía Voltaire. La afirmación es buen intencionada, pero yo creo que si Dios no existiera no sería necesario inventar nada. La esperanza no sería el monopolio de las doctrinas que usan la utopía como el control social, el Hombre no haría todo para no hacer nada, y no hubieran prosperadas todas aquellas ideas que venden la paz como una promesa divina y no una responsabilidad humana. Su promesa presupone la pasividad como el elemento principal de la paz. Esta mentira milenaria hace que la gente otorga la acción a la "voluntad divina" la que supuestamente "castigará" a los malos una vez hayan muerto. Así nos va. Mientras no haya una paz activa, la libertad será la victima de la pa(z)sividad.
Diario de un emigrante balcánico en la Península Ibérica