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CON RESPETO

Vengo de una tierra que como pocas fue regada con la sangre de sus hijos.
Cuando yo era niño nos hablaban de las atrocidades de los nazis y sus aliados "los traidores domésticos" como los llamaban, pero siempre ha habido discordia entre el número de los muertos en cada bando. Las diferencias oscilaban en decenas, hasta centenares de miles de personas, según cada fuente. Y cuando los discursos chovinistas se apoderaron de los cálculos ya nadie le importaba conocer los números reales; ya estábamos demasiado ocupados con los "números frescos", recién salidos de la maquina bélica de los noventa.
Me parece que la sociedad moderna, obsesionada por números y estadísticas, ignora el hecho de que a cada muerte la corresponde una persona. Y que fue así desde los tiempos, mucho antes de que se inventaran las estadísticas. Es así como se ha de computar. Ese es el único método que puede mantenerse en paz con la historia.
Añadiéndole el índole romántico (de cualquier opción ideológica o política) peligra el contexto. En este caso el contexto de reconciliación.
No comprendo la decisión de la Audiencia Nacional de paralizar las exhumaciones de las fosas de la Guerra Civil.
Aunque creo que la catarsis siendo una experiencia individual no puede ser tomada como un proceso colectivo. También creo que ha de haber condiciones para que la haya y que cada uno la experimente.

CON RESPETO.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
"Me parece que la sociedad moderna, obsesionada por números y estadísticas, ignora el hecho de que a cada muerte la corresponde una persona"
olé!
siloam
JLuis ha dicho que…
Así es... Son quienes confunden el silencio con el olvido quienes no entienden el porqué de abrir las fosas.

Se olvidan las cifras pero no los nombres... esos nombres que merecen ser desenterrados.

Un saludo

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